La rinitis alérgica, que es una inflamación de la mucosa nasal que se activa por la exposición a un determinado alérgeno en personas previamente sensibilizadas, se controla pero no se cura.
La médico otorrinolaringóloga Ligia Acosta, explicó que esta reacción puede tener componentes genéticos, por lo que puede acompañar a una persona a lo largo de la vida. “Se caracteriza por prurito o picor, secreción acuosa, estornudos y congestión nasal. Con mucha frecuencia es acompañada por síntomas oculares como conjuntivitis, prurito ocular y lagrimeo”, expresó.
Indicó que este trastorno generalmente se desencadena por diversos tipos de alérgenos, principalmente los ácaros del polvo, el polen, el epitelio y la orina de ciertos animales, el moho, los hongos, el humo de cigarrillo, y la contaminación ambiental.
La especialista expresó que entre los factores de riesgo de la rinitis están una sensibilización a edad temprana, factores genéticos, familiares, y alérgicos, así como ambientes con presencia de animales con pelo o plumas, plantas, y alérgenos alimentarios.
La también presidenta de la Presidenta de la Sociedad Venezolana de Otorrinolaringología indicó que el tratamiento se basa en tres pilares: identificar y eliminar los alérgenos desencadenantes, aplicar medidas preventivas para evitar la exacerbación de la sintomatología alérgica, y fármacos.
Acciones preventivas
Acosta resaltó que “el tratamiento con medicamentos no sirve de mucho si no se toman medidas para mejorar el medio ambiente”. Por ello recomendó evitar contacto con alérgenos ambientales, principalmente el humo de cigarrillo, insecticidas, ambientadores, aerosoles, barnices, y pinturas.
“Deben retirarse peluches, cojines y muñecos de trapo de la habitación donde se duerme. En el caso de niños los juguetes deben ser lavables. Asimismo, se deben evitar los muebles innecesarios y estanterías donde se pueda acumular el polvo en las habitaciones”, manifestó.
Acosta expresó que no se debe guardar la ropa húmeda ni almacenar la de lana en la habitación. “Hay que cubrir los colchones y almohadas con telas que se puedan lavar frecuentemente y hacer lo propio con la ropa de cama y las frazadas”, acotó. También es necesario evitar las mascotas como perros, gatos y loros dentro del hogar.
La especialista resaltó que el tratamiento farmacológico es a base de antihistamínicos, antialérgicos y esteroides, que dependerán su indicación de la severidad de la rinitis alérgica.
“Frecuentemente se presentan cuadros moderados persistentes o intermitentes, recomendándose antihistamínicos o antialérgicos de tercera generación con menos efectos colaterales como la Fexofenadina actualmente distribuida por un Laboratorio Farmacéutico de producción Nacional”, explicó.
Agregó que se plantea la alternativa de tratamiento quirúrgico para mejorar la ventilación nasal en aquellos casos en los que la rinitis “no responda eficazmente al tratamiento médico y se han producido alteraciones estructurales de la mucosa de los cornetes nasales provocando obstrucción nasal permanente con reiteradas complicaciones rinosinusales”.
Laboratorios Calox International, a través de sus productos Genéricos distribuyen la Fexofenadina para aliviar los síntomas de la rinitis alérgica.
Informe21