Cuando mañana a partir de las 20.00 horas ruede el balón en el Santiago Bernabéu, los focos estarán puestos en jugadores como Casillas, Arbeloa, Cristiano, Griezmann o Mandzukic, pero hay uno especialmente que quiere demostrar, como ya hizo precisamente frente a los rojiblancos en la Supercopa de España, su verdadero potencial. James quiere coger el toro por los cuernos para no soltarlo ya.
El jugador colombiano todavía no ha encontrado el juego que le ha traído al campeón de Europa, y es que en los ya cinco partidos oficiales que ha disputado con los blancos, el cafetero ha dejado más sombras que luces. Fue precisamente contra su rival de mañana cuando se pudo ver la mejor versión de James, y es algo que quiere mostrar de nuevo en el derbi.
En el partido de ida de la final de la Supercopa, el ’10’ blanco partió desde el banquillo, aunque la lesión de Cristiano propició su ingreso en el terreno de juego en el descanso. En la segunda mitad, y con libertad de movimientos, el colombiano pudo mostrar pinceladas de su potencial, y hasta acabo anotando el gol que abría momentáneamente el marcador, pese a que Raúl García acabaría equilibrando la contienda.
En el partido de vuelta, James salió de inicio, y lo hizo partiendo desde la izquierda pero con libertad de movimientos. No estaba tan obligado a desgastarse en defensa y ocupó la zona del clásico 10, su posición ideal.
En esa demarcación disputó James 65 minutos, los mejores desde que es jugador del Real Madrid. Ahí impartió un clínic de lo que debe hacer un mediapunta: pedir el balón, asistir, crear juego y finalizar algunas jugadas de ataque de su equipo, rozando incluso el gol en algunas de ellas.
El colombiano quiere devolver desde ya todo el esfuerzo que hizo el Real Madrid el pasado verano por contratarle. Con Kroos y Modric guardándole las espaldas y la BBC por delante, James tiene en su mano poder brillar en el derbi y ser el jugador por el que pase todo el ataque del actual campeón de Europa.
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