La Reserva Federal (Fed) decidió este miércoles tomarse una pausa y no subirá este mes las tasas de interés, aunque no descartó seguir subiéndolos en el futuro si es necesario.
las tasas se mantienen así en una horquilla de entre el 5 % y el 5,25 %, el nivel más alto desde mediados de 2007, tras una racha de 10 subidas consecutivas llevadas a cabo para bajar la inflación.
«Mantener estable el rango objetivo en esta reunión le permite al Comité (Federal de Mercado Abierto) evaluar información adicional y sus implicaciones para la política monetaria», apuntó la Fed en un comunicado en el que alertó que pese a la pausa está preparada para más subidas «si surgen riesgos» que impidan bajar la inflación al objetivo del 2 %.
Para determinar el grado de endurecimiento adicional de la política que puede ser apropiado para llegar a ese objetivo, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, la forma en la que dicha política la actividad económica y la inflación, y los factores económicos y financieros.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, comparece esta tarde para explicar esta decisión, que se conoce un día después de saber que la tasa interanual de inflación bajó considerablemente en mayo, 9 décimas, hasta situarse en el 4 %, su nivel más bajo desde marzo de 2021.
Fue la segunda caída más pronunciada del índice de precios de consumo desde que comenzara a bajar hace 11 meses, aunque la cifra está todavía lejos del objetivo de la Fed del 2 %.
En el comunicado, la Reserva Federal apunta que los indicadores recientes «sugieren que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo moderado», en un panorama en el que la creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo se ha mantenido baja, pero la inflación «sigue elevada».
La Fed reconoció que es probable que las condiciones crediticias más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación aunque «el alcance de estos efectos sigue siendo incierto».
El sistema bancario estadounidense, agregó, «es sólido y resistente».
EFE