Como cada marzo, cuando llega la nueva estación, los hindúes asisten al festival popular llamado Holi. Polvos medicinales y tradición ancestral se mezclan en un rito local. Imágenes
El templo de Radha Rani, en la localidad de Lathmar, India, se transforma minuto a minuto. El aire cambia de color, la gente baila y sonríe a la luna llena de marzo: la primavera ha llegado a esa parte del mundo. Y por eso miles de personas se congregaron a celebrar.
Pero los hindúes no sólo se arrojan el polvo de color por diversión. Lo que se lanzan unos a otros, mientras los hombres bailan para las mujeres, son, en realidad, remedios artesanales vinculados a la medicina aiurveda, originada en la zona.
‘Holi’, como llaman a la festividad, dura dos días. El olor a nim, kumkum, jaldi o bilva, todas plantas recomendadas por los curanderos, buscan prevenir los resfríos virales por el cambio de clima y ocupan un lugar central en el también llamado “festival de los colores”.//AGM
Fuente: Infobae