Un nuevo estudio revela que practicar ejercicios aeróbicos, además de ayudar el estado físico, mejora la memoria y la función cerebral, reduciendo tanto las consecuencias biológicas como las cognitivas del envejecimiento.
Los investigadores del Centro de Salud Cerebral de la Universidad de Texas, en Dallas, (sur de Estados Unidos) fueron los encargados del estudio publicado en ‘Frontiers in Aging Neuroscience’.
Los profesionales eligieron al azar a adultos sedentarios, con edades comprendidas entre los 57 y los 75 años, a un entrenamiento físico o un grupo de control sin ejercicio.
Los primeros realizaron ejercicio aeróbico supervisado en una bicicleta estática o cinta de correr durante una hora, tres veces a la semana, durante 12 semanas.
A este grupo se le evaluó la cognición y la aptitud cardiovascular en tres momentos: antes de comenzar el régimen de ejercicio, a las seis semanas y tras 12 semanas.
Durante el proceso, observaron que aumentó el flujo sanguíneo cerebral en la corteza cingulada anterior, lo que indica una mayor actividad neuronal y tasa metabólica, puesto que se ha relacionado esta zona con una cognición superior en la vejez.
Según la investigación, aquellos que hacen ejercicios tuvieron una mejora en el rendimiento de su memoria y se vio un mayor aumento en el flujo sanguíneo cerebral en el hipocampo, una parte del cerebro afectada por la enfermedad de Alzheimer.
Antes de mejorías en la memoria, los investigadores sí notaron cambios en el cerebro lo que significa que el flujo de sangre fue beneficioso para la salud del cerebro, algo que otorga los tratamientos y ejercicio.
Fuente:Agencias









