La popularidad sí importa

La popularidad sí importa

En 14 años de revolución socialista, el “trapo rojo” es, en materia comunicacional, un signo característico del Gobierno. Como fórmula, generar matrices de opinión con declaraciones de los más altos funcionarios, para que los venezolanos no centren su foco en los problemas reales, ya no sorprende, por el contrario, alerta, sacude, despierta.

 

A poco más de un mes de su polémica elección como presidente de la República, Nicolás Maduro se enfrenta contra una crisis que tiene dos cabezas: la política, con interminable la sombra de ilegitimidad, y la económica, que salpica a todos los venezolanos con una afectación gigantesca en el alto costo de la vida.

 

Todo lo que declara, decide y acomete el heredero político de Hugo Chávez serpentea en terreno movedizo. El aumento salarial fragmentado, la escasez de alimentos y el efecto de la devaluación en materia inflacionaria con un nocivo impacto para en el bolsillo del pueblo, entre otras medidas, carcomen su imagen.

 

No se puede pagar el fuego con gasolina. El humo cobrizo ciega y ahoga.

En este marco, el jueves pasado, ofreció varias declaraciones radioactivas. Principalmente, para los oídos de los más humildes, de aquellos que apostaron sus sueños a la revolución bolivariana. “No me importa un coño la popularidad, lo que me importa es la vida del pueblo”, dijo en Barinas, en una alocución televisada. Y lo que dice va con lo que hace.

 

Como no hay votos en juego en el papel, el referente del proceso anunció la aplicación de un esquema de cobro para los 381 mil beneficiados por la Misión Vivienda con una casa digna. Quienes ganen menos de sueldo mínimo quedarían exentos, aun así las quejas, pero sobre todo, la decepción de los adjudicatarios, incrementan el descontento en filas chavistas.

 

¿Trapo rojo para obviar la feroz crisis del desabastecimiento? Algunos analistas dicen que no. Sería una muestra de desesperación por falta de liquidez financiera del Gobierno.

 

Sumó otro descalabro verbal. Ahora sí, pensando en el futuro, en los votos. Maduro señaló que tiene identificados con cédula de identidad a 900 mil compatriotas que votaron el 7 de octubre por Hugo Chávez y no lo hicieron por su candidatura el pasado 14 de abril.

 

Ante semejante declaración, el Consejo Nacional Electoral, cuatro días después, no dice ni pío, cuando el presidente pone en tela de juicio el secreto del voto tan promocionado por Tibisay Lucena en el paquete de mercadotecnia que ofrece en torno del sistema electoral más seguro del mundo.

 

La coacción pública es inminente. Maduro apela a desempolvar como opción posible la lista Tascón. Trata de vender que el sistema es fraudulento. Henrique Capriles califica de “peine” la aseveración y ruega a los venezolanos a no caer en la trampa. Se trataría de un nuevo trapo rojo, esta vez con sello criminal, una amenaza velada en tiempos en los que cada una de las decisiones del Gobierno socialista es imán para el desplome. La popularidad sí importa.

 

«900 mil compatriotas, ya los tenemos con cédula de identidad y todo, y eso significó que la brecha fuera más corta, la brecha pudo haber sido buena o más buena».

Nicolás Maduro

Presidente de la República.

 

Fuente: La Verdad

 

Vea el Vídeo donde el Presidente Nicolás Maduro dice que «no me importa un coño la popularidad»

 

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