En anteriores post hemos hablado de los diferentes factores, tanto internos como externos, que tienen mayor influencia en el deterioro de nuestra piel. Así, hemos comentado los negativos efectos del consumo de alcohol y tabaco, de la exposición solar excesiva, de la alimentación e incluso del estrés. Pero también hemos abordado el tema desde un punto de vista positivo, proponiéndoos sencillos consejos para mantener la piel más joven y sana; en definitiva, en mejor estado.
En este artículo, queremos tratar con más detalle las consecuencias de la contaminación ambiental en nuestra piel y sugeriros distintas formas de minimizar o contrarrestar sus efectos.
En primer lugar, vamos a concretar cómo afecta la polución a nuestro cutis:
-La piel se ensucia y los poros se taponan.
-Está menos oxigenada y, como consecuencia, disminuye su elasticidad y se vuelve más rugosa.
-Su aspecto es apagado, pierde su vitalidad y luminosidad.
-La piel se deshidrata.
-Con la polución aumenta la producción de radicales libres y con ello se acelera el proceso de envejecimiento cutáneo.
Una vez que conocemos los efectos negativos de la polución, veamos ahora qué podemos hacer para minimizarlos:
Lo más importante y efectivo es conseguir mantener siempre la piel limpia y protegida. Cuanto mayor sea la polución más importante será eliminar diariamente la suciedad acumulada y, para conseguirlo, debemos limpiarla cada noche y hacerlo utilizando los productos cosméticos más adecuados a nuestro tipo de piel. Recuerda que por la noche la acción principal de la piel se centra en la reparación de los daños sufridos a lo largo del día y, por ello, para mantenerla en buen estado resulta indispensablecuidarla cada día antes de acostarnos.
También podemos recurrir a tratamientos de cabina, realizados por profesionales, que nos ayudarán a contrarrestar estos negativos efectos y mejorar notablemente nuestro cutis. Te proponemos tres:
-Peeling ultrasónico: es una técnica indolora con la que se consigue limpiar y regenerar la piel, mejorar el metabolismo celular y recuperar el colágeno y la elastina. El resultado será una piel renovada, limpia de impurezas y pequeñas imperfecciones, más suave y con mejor circulación.
-Microdermabrasión: permite eliminar las células muertas, estimula la renovación celular y la producción de colágeno, y combate el envejecimiento cutáneo. Este tratamiento proporciona suavidad y brillo a la piel y la deja sana y renovada.
-Radiofrecuencia facial: promueve la formación y reestructuración de las células productoras de colágeno y elastina; corrige la flacidez; mejora la textura y tonicidad de la piel; aporta nutrición y oxigenación al tejido cutáneo y potencia el drenaje, ayudando así a eliminar las sustancias de desecho.
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