El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó este viernes que el mundo vuelva a una «senda común hacia el desarme nuclear» y reconoció que la pandemia de COVID-19 ha expuesto la «frágil» capacidad de la comunidad internacional para luchar por un «propósito en común».
Guterres encabezó una reunión de alto nivel en la Asamblea General de Naciones Unidas para conmemorar y promover el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares y lamentó que, 75 años después de la fundación de la ONU, «el mundo sigue viviendo bajo la sombra de una catástrofe nuclear».
La reunión contó con la participación de más de un centenar de países, con la destacada ausencia, entre las naciones poseedoras de armas nucleares, de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Corea del Norte, mientras que sí estaban previstas las intervenciones de Rusia, China, Irán, India y Pakistán.
«Por el bien de nuestra seguridad, el mundo debe volver a un camino común hacia el desarme nuclear», declaró el secretario general al inaugurar la sesión, algo que consideró más importante que nunca debido a «la creciente fricción entre las grandes potencias».
«La pandemia de COVID-19 no solo ha cobrado un sombrío peaje en vidas y destrucción económica, sino que también ha expuesto la fragilidad de la capacidad de la comunidad internacional para actuar por un propósito común», señaló.
Guterres reiteró su llamado a EE.UU. y Rusia para que «extiendan sin demora» otros cinco años su pacto bilateral para la reducción de armas nucleares, el Nuevo START, que cuando expire en 2021 «elevará la alarmante posibilidad del retorno a una competición estratégica ilimitada».
Asimismo, afirmó que el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) sigue siendo una «piedra angular» de esta lucha y pidió a los países involucrados «utilizar el tiempo extra» que les dará el retraso de su revisión para «asegurar un resultado significativo» que lo fortalezca.
«Estoy deseando la entrada en vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que refleja el deseo de un gran número de Estados de liberar al mundo de la amenaza», agregó el diplomático portugués sobre otro compromiso adoptado en 2017 al que se han sumado muchos países, pero no las potencias atómicas.
Guterres advirtió que la eliminación de las armas nucleares es vital para la supervivencia de la humanidad y lamentó que el progreso hacia este fin «se ha estancado y corre el riesgo de retroceder» debido a «la creciente desconfianza y tensión entre los estados» que poseen arsenales nucleares.
«Los programas para modernizar los arsenales amenazan con una carrera cualitativa de armas nucleares que no se basa en números sino en armas más rápidas, sigilosas y precisas. El coste de oportunidad de gastar dinero en esas mejoras mal concebidas es simplemente sobrecogedor», sostuvo.
EFE