La subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, aseguró este jueves que su departamento necesita para 2014 un presupuesto «sin precedentes», ya que «2013 fue una auténtica prueba para el sistema mundial de ayuda humanitaria y no hay indicios de que este año vaya a ser distinto».
«Hemos terminado 2013 con tres situaciones de emergencia del nivel 3, el más alto de crisis humanitaria; Siria, República Centoafricana y Filipinas, y entramos en 2014 con múltiples crisis humanitarias severas amenazando las vidas de millones de personas», aseguró Amos, quien a mediados de diciembre cifró el presupuesto de 2014 en 12.900 millones de dólares para ayudar a 52 millones de personas necesitadas en 17 países.
Sin embargo, en las últimas dos semanas, «la evolución en la República Centroafricana o Sudán del Sur ha añadido cientos de miles de personas a esa lista de personas que necesitan apoyo humanitario», advirtió la subsecretaria de Asuntos Humanitarios.
«Con las emergencias de Siria, Filipinas y otros lugares, nuestra capacidad de respuesta colectiva y nuestros recursos han sido llevados a su límite», añadió Amos, quien recalcó que la ONU y sus asociados necesitan «más ayuda que nunca» porque «la continuación y la complejidad de las situaciones de emergencia van a suponer retos significantes para el sistema mundial».
Después de casi tres años de conflicto, la guerra civil en Siria se ha convertido en la urgencia humanitaria más cara de toda la historia de la Secretaría de Asuntos Humanitarios de la ONU y se espera que, para este año, su presupuesto sea de 6.500 millones de dólares para ayudar a 6,5 millones de civiles desplazados.
En las crisis humanitarias más acusadas, Amos reconoció las limitaciones de la ayuda humanitaria en sí misma. «Lo que queremos ver es que tiene éxito el diálogo político. Eso llevará a una mejor ayuda humanitaria», expresó.
En las otras dos crisis humanitarias de nivel 3 apuntadas por Amos, República Centroafricana cuenta con más de 800.000 civiles desplazados (más de uno de cada seis habitantes del país) y medio millón de personas están en situación de hambruna.
Finalmente, en Filipinas, el tifón «Haiyan», que asoló el archipiélago el 8 de noviembre, ha dejado sin hogar a millones de personas y las cifras ya ascienden a 6.000 muertos y 2.000 desaparecidos.
Fuente: Agencias