La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo este martes estar «horrorizada» por los informes sobre ejecuciones sumarias y ataques a civiles en Al Fasher, el último bastión del Ejército de Sudán en la región occidental de Darfur tomado el domingo por los paramilitares.
La agencia de la ONU dijo en un comunicado que la comunidad humanitaria de Sudán «condena enérgicamente los ataques continuos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) contra civiles, infraestructura civil y trabajadores humanitarios en Al Fasher», que cayó el domingo tras más de un año y medio de un sofocante asedio.
«Estamos horrorizados por los informes fidedignos de violaciones generalizadas, que incluyen ejecuciones sumarias, ataques a civiles en las rutas de escape, redadas casa por casa y obstáculos que impiden a los civiles ponerse a salvo», añadió la OCHA, que recordó que se siguen denunciando casos de violencia sexual contra mujeres y niñas.
Dificultades para repartir la ayuda
Asimismo, denunció que el personal humanitario «continúa operando bajo un riesgo extraordinario» y asiste a miles de personas que han huido a Tawila, ya que el acceso a Al Fasher «sigue estando severamente restringido y la capacidad de respuesta se reduce rápidamente, mientras las necesidades aumentan».
«Se nos sigue impidiendo llegar a Al Fasher y al gran número de civiles atrapados en la ciudad», dijo la agencia, que instó a la comunidad internacional que actúe para proteger a los civiles, garantizar el tránsito seguro de ayuda, para que haya rendición de cuentas y aumentar la financiación para la asistencia.
En este sentido, recordó tanto a las FAR como al Ejército sudanés que la población civil, el personal médico y humanitario, los bienes y las operaciones de respuesta están protegidos por el derecho internacional humanitario.
«La comunidad humanitaria está lista para intensificar la asistencia en Al Fasher una vez que se garantice el acceso y la seguridad», sentenció la nota.
Asesinatos desde la toma de la ciudad
Desde que los paramilitares anunciaron el domingo la toma de la ciudad, que asediaban y atacaban a diario desde mayo de 2024, organizaciones y medios sudaneses han denunciado asesinatos por motivos étnicos en la ciudad.
Las Fuerzas Conjuntas de Sudán, una alianza del Ejército y grupos armados, acusaron este martes a los paramilitares sudaneses de matar a «más de 2.000 civiles desarmados», la mayoría mujeres y niños, entre este domingo y el lunes durante la captura de Al Fasher, una cifra que no ha podido ser verificada por una fuente independiente.EFE










