En un principio la gasolina no llevaba plomo. Más tarde se le añadió un aditivo que servía de antidetonante, este aditivo llevaba plomo.
El motor de gasolina mezcla el aire con una pequeña cantidad de gasolina, se comprime, y se detona con una pequeña chispa.
Cuanto más se comprime la mezcla, más potencia se consigue, pero si se comprime demasiado la mezcla detona sola.
Por eso se le añadió plomo a la gasolina, porque permitía una mayor compresión y evitaba que la mezcla detonase sola.
El plomo que contiene la gasolina se expulsa por el tubo de escape con el resto de los gases.
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