¿Cómo puede celebrarse el Día Internacional de la Mujer en Venezuela? Las que pueden contarlo, las que están aquí o en cualquier ciudad que las haya acogido como inmigrante, solo pueden agradecer estar vivas, porque lo que les ha tocado experimentar en su propio país ha sido la peor de las pesadillas.
Desde que comenzó la era chavista, mucho se ha hablado de protección de la mujer; era un tema recurrente en el discurso de Hugo Chávez, tanto que hasta crearon un ministerio, se promulgó una ley y se constituyeron tribunales especiales para tratar los casos en contra de las venezolanas. Pero todo eso ha sido prácticamente letra muerta.
La venezolana sufre la violencia desde muchos frentes. El principal, el de todos los días, desde el Estado y el gobierno. Es la víctima directa de las malas políticas sociales y económicas, y con ello sus condiciones de vida han empeorado drásticamente. La pobreza en el país tiene cara de mujer, pues es ella la que carga principalmente con el peso de los hijos, son muchos los hogares de madres solas y esa realidad no cambió con las promesas chavistas, sino que empeoró.
La mujer venezolana ha sufrido escasez, falla de todos los servicios, hiperinflación, falta de trabajo. ¿Qué más violencia que esa? Las que han llegado a la tercera edad no tienen ni para comprar medicamentos y muchas veces enfrentan la vida sola y sin cuidados. Las profesionales han visto cómo sus años de carrera dejaron de valer, cómo sus sueños se destruyeron.
A esto se le suma la violencia de los feminicidios: desde enero hasta octubre de 2021 se registraron 233, de acuerdo con el Centro de Justicia y Paz. A pesar de las denuncias, muy pocos casos han sido procesados y los responsables no han pagado su crimen.
La venezolana tiene razones para huir. Y de los casi 7 millones de ciudadanos que han emigrado, un alto porcentaje son mujeres con sus hijos. Buscan sobrevivir al infierno que es su país, que las maltrata hasta en lo más mínimo.
Los últimos años han sido para la mujer venezolana un cuento de terror. Llevan demasiado tiempo siendo el blanco de la violencia no solo de género, sino cotidiana. Por eso es importante llamar la atención sobre esta terrible realidad en un día en el que el mundo entero celebra a la mujer.
Las venezolanas pasarán a la historia por haber resistido las peores condiciones, por haber soportado los peores maltratos. Ojalá que pronto pueda celebrar la libertad del país y junto con ella, ser reconocida como la heroína que es, porque aguantar tanto e insistir es una muestra inequívoca de una gran fortaleza.
Editorial de El Nacional