Radio Caracas Radio se quedó sin voz. Ahora, muerta, se parece aún más a este país sin patria, pero al que entretuvo e informó por casi un siglo. En verdad, 92 años, 6 meses y 20 días. Hasta el pasado 30 de junio. Luego el silencio.
Fue la emisora comercial pionera en el país. Sus primeras palabras, a principios de diciembre de 1930, fueron bajo la dictadura del general Juan Vicente Gómez. Los historiadores dicen que Venezuela aún estaba en el siglo XIX. La 1 Broadcasting Caracas (1BC), que así se llamó en sus inicios, fue creada por William H. Phelps jr. a partir de una idea de Edgar J. Anzola, empleado del Almacen Americano, en cuyos altos empezó a hablar la emisora: el nuevo siglo ya anunciaba su llegada.
El deceso de una radio es un hecho corriente en la Venezuela revolucionaria. La organización no gubernamental Espacio Público ha documentado la desaparición física y oral de 285 radios en la última década, el tiempo que Maduro tiene en el poder. RCR es la 286. Con ella se va un pedazote de la memoria del humor y la música, la información y el saber, de un trecho histórico que se reparte casi que a partes iguales entre militares en el mando y demócratas elegidos por el pueblo.
Radio Caracas Radio, nombre que adoptó a la muerte de Gómez, creó el primer programa de noticias El Diario Hablado (1932), quizás génesis de El Reporter Esso, presentado por la Creole Petroleum Corporation (1942), que descubriría para el país -un país con patria- las voces de Amable Espina, Cristóbal Rodríguez Pantoja, Marco Antonio Lacavalerie, Carlos Quintana Negrón, y, con el perdón de los nombrados, don Francisco Amado Pernía quien después nos contaría los días y el mundo desde la pantalla de Radio Caracas Televisión, con su estilo sobrio y, aún sí, cercano y familiar.
Fue pionera también de las radionovelas, historias de amor y de suspenso como El misterio de los ojos escarlata, y es que de amor y suspenso estaba hecho ese camino por el que discurría Venezuela en busca del progreso y la estabilidad. El primer programa femenino, Anuncios Féminas, apareció en 1940 conducido por María Teresa Castillo y Anita Massanett: hace más de 80 años. Tomás Henríquez, Amador Bendayán, Alfredo Sadel y Renny Ottolina -qué nombres- dejaron su sello en la emisora de las emisoras. En 1969, con una Caracas poblada de autos, se iniciaron los informes del tráfico desde la Tango Tango Fox. La radio nos ayudaba a salir de los atolladeros, cuánto las extrañaremos en el berenjenal en que estamos.
Desde 1992 dio un giro hacia una emisora de noticias y opinión. Venían otros tiempos y a mayor velocidad, porque pronto con la llegada de quienes ahora detentan el poder absoluto se empezó a prohibir la realidad. En 2011 el periodista Roberto Giusti -que también fue destacadísimo redactor en El Nacional– denunció amenazas de muerte después de reportar la presencia de las guerrillas en Venezuela en su programa radial Golpe a golpe que conducía con Fausto Masó. Fue un anuncio de lo que vendría: el 30 de abril de 2019, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones ordenó el cese de operaciones de la emisora, a la que ya había castigado con onerosas multas económicas.
Desde entonces la voz de RCR operaba solo en línea, hasta el pasado 30 de junio cuando agobiada por el cerco económico -al que están sometidos los venezolanos, también los diarios, los portales, emisoras y televisiones independientes- calló.
Una radio que deja de hablar, de contar e informar, ahonda el vacío de una sociedad a la que se le impide saber, conocer y entretenerse. «Nos vemos pronto», prometió Jaime Nestares, director de RCR, aferrado, como el país, a la espera de una radio
Editorial de El Nacional