Las pantallas forman parte de nuestra vida. No, más que eso. Forman parte de nuestro cuerpo. Siempre llevamos una pegada a la mano: la del móvil, la del ipod, la de la tablet… Podemos hacer lo que nos apetezca a golpe de dedo índice. Y lo que más nos gusta, está claro, es hacer click, disparar y llevarnos el momento para siempre. La fotografía se ha convertido en un elemento popular de la sociedad de las multipantallas. Popular en el sentido de ser accesibles a todo el mundo (a pequeños, grandes y medianos). Popular en el sentido de que todos hemos descubierto que nos gusta que nos fotografíen (si salimos guapos). Popular en el sentido de haber sacado nuestro sueño mejor guardado: queremos ser fotógrafos. Popular en el sentido que podemos compartirlas en el momento que queramos, las veces que nos de la gana y en el lugar del mundo en el que estemos. Parte de culpa la tiene la red social Instagram, que ha supuesto romper con la fotografía convencional haciéndonos editores y fotógrafos (casi) profesionales. La otra la tenemos nosotros. Nos hemos dejado llevar por el arte de la fotografía, por el botón del móvil, por el botón de la cámara, por el botón del instante, por el botón de las excentricidades, de la locura. Y en esta especie de locura fotográfica es donde empieza el urbexing. Rascacielos infinitos, pies, selfies, luces brillantes y una cámara. Es todo lo necesario para este nuevo arte urbano con sede en Nueva York y que no es compatible con el vértigo. Fotografías increíblemente sorprendentes y vertiginosas aptas para todos aquellos que les guste las alturas y el riesgo. Te presentamos a 5 fotógrafos del colectivo “the outlaw instagrammers of NYC”
1.- @bradleycrump. En las alturas o arrás de suelo. Este joven fotógrafo devora la pasión por la fotografía y le da igual la altura a la que tenga que disparar la instantánea. Imágenes en movimiento, oscuras, atardeceres, juego de luces… y, sobre todo, azoteas y puentes de Nueva York. Un trabajo que pone los pelos de punta tan sólo ver las fotos.
2.- @vic.invades. Pies y alturas es lo que más muestra Victor G. Thomas. Con su cámara escala los rascacielos más altos, cuelga los pies y dispara hacia el infinito. Adrenalina asegurada para un fotógrafo que mezcla sus inquietudes personales a la vez que plasma a la sociedad neoyorquina en su estado más puro.
3.- @dark.cyanide. Una vez más la ciudad que nunca duerme vuelve a ser el protagonista (casi) absoluto de las fotografías de Chris Xcyanide. Las líneas rectas y la luminosidad de la ciudad acentúan los puntos de fuga de las instantáneas, creando un efecto hacia lo infinito.
4.- @humzadeas. Rascacielos bajo un atardecer, teatros abandonados, túneles con salida, el Gran Cañón del Colorado… Disparidad de contrastes (luz, formas, colores…) en un juego enigmático encabezado por Huzma Deas, un joven neoyorquino de 18 años amante del skate y de la fotografía cuyas únicas cartas son una cámara y una ciudad, NYC.
5.- @kostennn. Los árboles, lagos y el frescor del campo se entremezclan con las calles y edificios de Nueva York en las fotografías de Kosten. La clara frialdad de las instantáneas, mezclado con los colores gélidos del cielo invernal de la ciudad contrastan con los atardeceres cálidos que parecen desprender ardor.