Este 21 de noviembre se conmemoró en Venezuela el Día del Estudiante Universitario, pero activistas asumen que es poco lo que tienen que celebrar ante las precarias condiciones en las que cursan estudios en instituciones públicas y ante la crisis sectorial que afecta al país desde hace más de una década.
Así lo expresó la directora general de LIDDES, Laura Linares, quien comparó las condiciones actuales de los estudiantes universitarios con aquellas que blindaron el espíritu de quienes el 21 de noviembre de 1957, ante la dictadura de Pérez Jiménez, manifestaron su deseo de recobrar la democracia. Más que similares, peores que la del siglo pasado.
«Es de admirar que existan estudiantes universitarios comprometidos con estudiar para reconstruir y luchar por la democracia en Venezuela, porque en medio de la crisis económica, ausencia de servicios públicos, la inflación que no termina y el irrespeto a los DDHH; lamentablemente, el Estado venezolano está en deuda con los estudiantes, pues vulnera su derecho a la educación libre y de calidad cada vez que no garantiza salarios dignos a los trabajadores y profesores universitarios, que no garantiza becas adecuadas a las necesidades de los estudiantes, que irrespeta a la libertad académica», enfatizó.
Además, miles de jóvenes universitarios venezolanos se han visto obligados a renunciar a sus metas académicas por tener que migrar para satisfacer sus necesidades y ayudar a sus familiares. Hoy la mayoría de los estudiantes no tiene acceso a comedores, transporte ni ayudas económicas.
«Hoy el Estado acosa financieramente a las casas de estudios universitarios, amedrenta y detiene arbitrariamente a profesores y estudiantes», fustigó.
Estudiar se ha convertido en un acto de resistencia
Por su parte, el coordinador general del Movimiento Estudiantil Equipo10, José Varela calificó como un acto de resistencia que todavía hayan jóvenes estudiando en las instituciones de estudio superiores en Venezuela.
«Los jóvenes seguimos apostando por la formación como la forma más efectiva para garantizar un mejor futuro. Los estudiantes seguiremos en pie de lucha por la garantía del acceso a la educación universitaria, es un deber ante la situación que vivimos los estudiantes en la que el 96 % de los que cursan sus estudios en universidades públicas, no cuentan con comedor y un 90 % no tienen acceso a becas».
En este sentido, remarcó que las casas de estudio no han cedido y permanecen abiertas, «pese a la asfixia presupuestaria y los ataques reiterados a la autonomía universitaria por parte de un Estado que no garantiza los derechos fundamentales».
Aseveró que seguirán resistiendo, empujando la restitución del estado de Derecho, luchando la redemocratización del país y la libertad de todos los ciudadanos.
«Aquellos que tenemos como proyecto de vida la universidad, seguiremos haciendo actividades de toda índole para darle vida a nuestro segundo hogar que, es la universidad».
Nota de prensa.