Exponerse en exceso a los rayos de origen solar sin protección alguna puede ocasionar daños a largo plazo, principalmente con la aparición del cáncer de piel. Broncearse es una acción que debe realizarse entre las seis y once de la mañana, pues, las radiaciones después de estas horas son más agresivas para la piel.
Además de disfrutar, compartir y pasar un rato diferente, uno de los principales objetivos de ir a la playa o la piscina es broncearse. Las personas que optan por ir a estos lugares –y con este último propósito- prefieren obtener un color trigueño, atractivo y saludable; otros le huyen a los rayos del sol usualmente por ser de piel sensible –sobre todo aquellas personas de tez muy blanca- bañándose en protector solar; y, las más extremas, eligen «tostarse» hasta ver en su piel la llamada «marquita del traje de baño», visualmente sensual y atractivo para muchos.
En Brasil, específicamente en Río de Janeiro, surgió el método de «La marquinha», traducida al español como «la marquita», una técnica de bronceado que, desde el 2016 hasta los momentos, sigue en tendencia en la ciudad donde las cariocas bailan samba los 365 del año. La peligrosa forma de obtener color en la piel consiste en primero colocar pequeñas gasas en las zonas íntimas, luego se procede a marcar con cinta aislante, que usualmente se utiliza en trabajos de electricidad, la forma del bikini más diminuto. Después, se colocan varios pedazos de papel húmedo en diferentes lugares en los cuales se encuentra el adhesivo negro que, en palabras de su creadora, bloquea totalmente los rayos del sol, la clave para lograr «la marquita perfecta».
Según diversos medios digitales como Excelsior, EFE e Infobae, la idea fue creada por la brasilera Erika Romero, quien en la terraza de su casa, ubicada en la zona oeste de la localidad de Realengo en Río, realizó un solarium llamado ‘Eriza Bronze’ en el cual, las féminas que se dirigen al lugar para unirse a esta tendencia, se acuestan en sillas de playa a exponer su cuerpo ante los rayos del sol durante tres horas continuas. Romero, quien aseguró a los portales de Internet emprender con este negocio tras haber puesto en práctica este método en ella misma y sus amigas durante varios años, expresó que algunas clientes –las que quieran- son rociadas con protector solar y luego con un producto bronceador que ofrecen en el local improvisado. Además, durante el proceso, algunas son rociadas con agua para mitigar el calor, acción que puede ser contraproducente, pues, el impacto del sol en la piel hace que las gotas se evaporen rápidamente acelerando el proceso de bronceado.
Más que sexi, ¡peligroso!
Seguir este tipo de tendencias -con bañador o cinta adhesiva que lo simulen- que, a corto plazo aportan seguridad, bienestar y «atractivo visual», con el pasar del tiempo pueden desarrollar problemas graves de salud, como lo es el cáncer de piel. Tomar el sol, para muchos, es confortante, revitalizante e implica entrar en un estado de relajación inigualable. Sin embargo, debe ser un acto responsable. Hacerlo y obtener resultados satisfactorios, se puede lograr con precaución y conciencia.
Hoy en día en el mercado mundial hay diversas opciones que permiten tomar el sol y cuidar la piel al mismo tiempo. Por ejemplo, el protector Nivea Sun Protec & Bronce es una alternativa para contrarrestar los efectos perjudiciales de los rayos del sol mientras activa la melanina de la piel para obtener un bronceado natural sano y bonito.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la primera causa de la aparición de cáncer de piel es la exposición directa y progresiva a los rayos ultravioletas del imponente sol. En un boletín publicado en el año 2009 por esta institución que vela por la salud, aproximadamente tres millones de personas padecen de cáncer de piel de tipo no melanocítico y alrededor de 130.000 desarrollan el de tipo melanoma maligno, que aparece, según los especialistas, como consecuencia de la exposición solar.
Estampa
Por Confirmado: Oriana Campos