La cirugía mejora enfermedades asociadas a la obesidad.
La cirugía bariátrica no sólo se ha convertido en una opción terapéutica para controlar el exceso de peso de una persona, sino que además permite mejorar y corregir la mayoría de las afecciones desarrolladas por la obesidad como diabetes, tensión arterial alta, triglicéridos y colesterol.
El médico Odoardo León Ponce, del Instituto de Cirugía Avanzada del Centro Médico Docente La Trinidad, asevera que la cirugía de manga gástrica es la primera opción para el control quirúrgico del exceso de peso y de sus enfermedades asociadas. Afirma que esta operación ha logrado ofrecer mejores resultados que el bypass gástrico.
Se trata de una cirugía restrictiva, metabólica y fisiológica, pues al eliminar 70% del estómago se va el fondo, que es el lugar en donde se produce una hormona llamada ghrelina, responsable de la aparición de enfermedades como tensión arterial alta, triglicéridos, colesterol y diabetes, explica el especialista, quien agrega que con «esta operación no existe posibilidad de trastornos o déficit de absorción de los alimentos.
«Lo que ocurre es que al no haber ghrelina hay un vaciado gástrico y un tránsito intestinal rápido, que ocasiona una menor absorción pero sin caer en la desnutrición», advierte el médico.
La cirugía también mejora otras afecciones, que están asociadas al peso, como artrosis de rodillas y columnas, ronquidos, apnea y trastorno del sueño.
Pacientes idóneos
Las indicaciones dependerán de cada país, pero la norma general es que la cirugía sea realizada en pacientes con índice de masa corporal por encima de los treinta y con enfermedades que pongan en riesgo su vida.
Sin embargo, existen excepciones, ya que las recomendaciones no se pueden concentrar únicamente en el exceso de peso. Trastornos de la imagen e identidad, limitaciones para relacionarse con otros y hacer actividades deportivas también deben ser tomadas en consideración.
«Lo que define que una cirugía bariátrica pueda hacerse es no esperar a que las enfermedades que están asociadas con la obesidad aparezcan», dice León, quien detalla que no es necesario que la diabetes invada el cuerpo, las articulaciones fallen o que la hipertensión se instale», para actuar y prevenir el desarrollo de estas enfermedades.
Cuidados necesarios
La operación consiste en un procedimiento laparoscópico e invasivo mínimo que dura aproximadamente una hora y que es recomendable para pacientes de entre 14 y 70 años de edad.
Una de las bondades de esta cirugía es que el paciente se reactiva inmediatamente a sus actividades físicas. Durante las primeras 24 horas se mantiene en dieta absoluta, pasado este tiempo se comienza a ingerir líquidos claros como agua de manzanilla, para posteriormente darlo de alta.
El paciente sale con un esquema nutricional que dura un mes, tiempo en el que se va progresando en consistencia y calidad. «Primero se inicia con líquidos muy claros, luego licuados, colados y triturados, y por último, alimentos sólidos», comenta León.
Las evaluaciones siguientes se hacen de la mano del nutricionista y otros especialistas que se requieran.
El paciente debe comer, por el resto de su vida, con estructura y proporción, esto significa picar pequeño y masticar sin prisa y con pausas, además de incorporar una rutina de ejercicios a su estilo de vida.
Uno de los motivos del fracaso tiene que ver con la calidad de lo que se come, pues muchos pacientes consumen alimentos con alto contenido de grasas y dulces. «Se debe cocinar con poca grasa, preferiblemente, de origen vegetal», dice.
La recomendación general es consumir productos dietéticos, lácteos descremados, yogurt, gelatina y jugos naturales ligeros, sin azúcar y no cítricos. «No agregar azúcar a ningún alimento», sugiere León, quien además propone alimentos horneados y carnes blancas como pollo y pescado.
Al momento de comer es recomendable iniciar por los alimentos proteicos y dejar para el final los carbohidratos.
Las bebidas gaseosas y alcohólicas deben evitarse y los líquidos no deben ingerirse treinta minutos antes y después de cada comida.
Otro aspecto a tomar en cuenta por los pacientes es que al comenzar a comer no se deben parar de la mesa, pues de lo contrario se estará presionando el estomago al punto de estirarlo.
Esta cirugía se ha convertido en un método terapéutico para tratar a pacientes diabéticos y con diferentes enfermedades que están asociadas a la obesidad, concluye el doctor Odoardo León Ponte.
EU
