Un año después de su lanzamiento, la investigación en Estados Unidos sobre una posible colusión entre el equipo de campaña de Donald Trump y Rusia parece interesarse en la posibilidad de que el presidente haya incurrido en obstrucción de la justicia.
Eso es lo que dejan ver las decenas de preguntas que el fiscal especial Robert Mueller quiere hacer al presidente, cuya publicación la noche del lunes por el New York Times suscitó la cólera de Trump.
El presidente estadounidense consideró «escandaloso» que las preguntas fueran «divulgadas» por el diario. «Inventaron un delito absurdo, la colusión, que nunca existió y una investigación que comenzó con una filtración ilegal de informaciones confidenciales. Simpático!», escribió en un tuit.
«Parecería muy difícil obstruir a la justicia por un delito que no nunca fue cometido! Caza de brujas!», continuó.
Las preguntas, transmitidas a la Casa Blanca y compiladas por los abogados del presidente, muestran que Mueller quiere saber si Trump conocía de las conexiones entre Rusia y miembros de su equipo de campaña presidencial o de un encuentro en junio de 2016 en la Trump Tower con una abogada rusa que aseguraba tener información comprometedora sobre su rival demócrata, Hillary Clinton, según el New York Times.
También tratan sobre Michael Flynn, exconsejero de la seguridad nacional, ahora inculpado y cooperando con la investigación; sobre James Comey, entonces director del FBI, o Jeff Sessions, el fiscal general que se marginó de la investigación rusa.
«¿Qué sabía usted de una supuesta tentativa de su equipo de campaña, que involucraba a Paul Manafort, para obtener una eventual ayuda de Rusia para la campaña?», cuestiona el fiscal. Y luego: «¿Cuándo tuvo conocimiento de la reunión en la Trump Tower?» o «¿Luego de las renuncias, qué esfuerzos se hicieron para contactar a Flynn sobre una búsqueda de inmunidad o de una posible amnistía?».
Esta última, porque según Comey, el presidente estadounidense le pidió abandonar una investigación sobre Flynn, obligado a renunciar.
Amenaza de gran jurado
Pero esas preguntas no indican que Trump sea considerado como sospechoso en la investigación del fiscal especial, lanzada en mayo de 2017.
Tampoco sugieren que se hayan encontrado pruebas de una colusión entre Trump y Rusia. Sin embargo, hacen correr al presidente el riesgo de incurrir en una posible falsedad si sus respuestas contradicen lo dicho por algunas de las personas que ya han sido inculpadas.
Según los abogados del presidente, Mueller busca interrogar a Trump, después de varios meses de investigación.
El Washington Post, haciendo referencia a cuatro fuentes no identificadas, afirmó el martes de noche que en una reunión el 5 de marzo con el equipo jurídico del presidente, Mueller amenazó con hacer que Trump comparezca ante un gran jurado si se negaba a ser interrogado por los investigadores federales.
Según el diario, en esa discusión el abogado del presidente Jay Sekulow, recibió una lista de 49 preguntas que le podrían ser formuladas.
Esa sería la lista que publicó el New York Times, asegurando que la misma había sido leída a los abogados de Trump por teléfono por parte del equipo de Mueller. El diario precisó que la obtuvo de una persona ajena al equipo de abogados del mandatario.
Ningún comentario al respecto fue emitido inmediatamente por parte de la oficina de Mueller.
En paralelo, el número dos del departamento de Justicia, Rod Rodenstein, devenido en la nueva bestia negra de Trump, puesto que tiene autoridad directa sobre la investigación de Mueller, declaró el martes que su oficina no cedería ante amenazas. Un grupo de Representantes republicanos prepara una moción de destitución en su contra.
En total, 19 personas han sido inculpadas hasta ahora en el marco de la investigación de Mueller, entre ellas tres altos responsables de la campaña presidencial de Trump.
De su lado, Trump contrató en las últimas semanas a un nuevo abogado, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, quien declaró que espera poder «negociar un acuerdo»