La loca travesía de los balseros que filmaron su viaje desde Cuba hasta los Estados Unidos

La loca travesía de los balseros que filmaron su viaje desde Cuba hasta los Estados Unidos

Contaban con un viejo motor ruso, agua potable y algunos alimentos. Pero a las pocas horas se quedaron sin más impulso que el deseo de llegar a las costas de la Florida. Y ningún barco quiso ayudarlos

 

Los balseros cubanos que llegaron el pasado 23 de septiembre a una playa de Key Biscayne se estuvieron preparando durante un mes para lograr su objetivo. Y fue todo un éxito porque consiguieron pisar tierra firme.

 

Los inmigrantes, procedentes de un barrio de la ciudad de Camagüey, pasaron 10 días en el mar y contaron todos los detalles de la travesía en una entrevista con Diario Las Américas.

 

José Fuentes, uno de los integrantes del grupo, narró que antes de zarpar fueron instruidos por un amigo que ya había intentado pisar tierra en Florida en tres oportunidades, pero que siempre fue interceptado por el Servicio Guardacostas en alta mar.

«Nos mostró por dónde debíamos navegar, nos ayudó a armar el bote y nos dio varios consejos. Iba a venir con nosotros, pero un día antes se arrepintió», relató.

 

«A MIS HERMANOS CUBANOS, NO LES RECOMIENDO QUE SALGAN DE LA ISLA EN BOTE»

 

Aunque agradeció a Dios por haber terminado el viaje sano y salvo, exhortó a sus compatriotas, desesperados por salir de Cuba, a no correr el peligro de cruzar el Estrecho de La Florida.

 

«A mis hermanos cubanos, no les recomiendo que salgan de la isla en bote. Tenemos amigos que, tras varios meses, aún esperan por alguna noticia de sus familiares que se lanzaron a la mar y tal vez más nunca vuelvan a verlos», sostuvo.

 

 

Video cortesía: AméricaTeVé

 

Los preparativos

 

Los nueve hombres instalaron en la embarcación un motor diesel de un viejo tractor LADA, de fabricación rusa que compraron para desarmarlo. Estuvieron varios meses dedicados a acondicionar todo y se llevaron nueve envases de 25 litros de agua, azúcar, latas de salchichas, galletas y «panqué».

 

El mismo periódico cuenta que la exaltación por la posibilidad de lograr la libertad empezó a debilitarse desde el segundo día, cuando el combustible comenzó a terminarse y los tripulantes se percataron de que el bote era muy pesado para ser movido con una vela que tenían.

 

En declaraciones al mismo medio, Fuentes agregó: «Con cuatro tablas del piso hicimos unos remos y alcanzamos a impulsarnos algo, pero las corrientes eran muy fuertes y el barco casi no se movía».

 

«LAS CORRIENTES ERAN MUY FUERTES Y EL BARCO CASI NO SE MOVÍA»

 

La frustración se apoderó de ellos con el paso de los días. Incluso pidieron ayuda a varios buques de carga que pasaron cerca del bote, pero nunca fueron asistidos. «Ya en ese momento no nos importaba si éramos rescatados para luego ser deportados, pues lo que queríamos era que nos salvaran. Nos sentíamos perdidos en el agua», contó.

Otro de los miembros del grupo, Yenier Martínez, detalló la precariedad de sus vidas por los bajos salarios. «Con un trabajo como campesino te puedes ganar 150 pesos cubanos al mes y eso equivale a seis dólares. No alcanza para nada (…) Si necesitas zapatos y medias, lo más seguro es que sólo puedas comprar una cosa», explicó.

 

Fuente: Infobae

Comparte esta noticia: