logo azul

La lívido sexual y el chocolate

Categorías

Opinión

La lívido sexual y el chocolate

No hay postre más romántico y sugerente que un plato de fresas con chocolate. ¿A quién no le gusta? espeso y dulce, un manjar perfecto con el que complacer y seducir a nuestra pareja. Estimula nuestros sentidos y la lívido sexual. Pero ¿es esto verdad? ¿es realmente el chocolate un poderoso afrodisíaco?

 

 

 

Te lo explicamos a continuación.

 

 

 

El chocolate: un regalo de los aztecas

 

 

Es habitual escuchar que el chocolate, es uno de los mejores afrodisíacos. La canela, las fresas, las almejas, el jengibre… estimulantes alimenticios con gran tradición culinaria para estimular el deseo entre dos personas. Fueron los aztecas los primeros en hablarnos de sus propiedades afrodisíacos, ellos quienes se lo ofrecieron a Hernán Cortés.

 

 

 

Se dice que cuando lo tomó en sus manos le pareció una bebida sucia, demasiado oscura y extraña. Pero al probarla, la describió así para la corte española “cuando uno lo bebe, puede viajar toda una jornada sin cansarse y sin tener necesidad de alimentarse”. Su poder “excitante” fue mal visto durante un tiempo por el prelado y la iglesia, prohibiendo su consumo entre las mujeres.

 

 

 

Pero afortunadamente los tiempos han avanzado, y es más que habitual elaborar sabrosos postres con el chocolate queriendo aprovechar sus virtudes afrodisíacas. Pero ¿es esto verdad?

 

 

 

El mejor estimulante: el cerebro

 

 

El chocolate dispone de un maravilloso componente llamado triptófano, se trata de un aminoácido que nos ayuda a segregar serotonina, responsable del placer, el bienestar y el humor. Dispone además de Vitamina B6, la cual nos aporta energía. Es decir, el chocolate es un maravilloso nutriente que nos aporta bienestar y un toque de buen humor. Además, como recordarás en uno de nuestros artículos, el chocolate tampoco engorda.

 

 

 

Pero ninguno de sus componentes es afrodisíaco. Es decir, consumir un buen tazón de fresas rehogadas con espeso chocolate no va a despertar en nosotros el interruptor del deseo sexual. Pero eso sí, nos aporta endorfinas, cualquier cosa que nos sea placentera, como es por ejemplo un baño caliente, hacer deporte y comer chocolate, hace que nuestro cerebro nos recompense segregando estas hormonas del placer como son las endorfinas. Es decir, nos hace sentir bien.

 

 

 

Deberíamos tomar cantidades muy altas para obtener esa dosis necesaria de “dopaminas y endorfinas” como para sentir sus efectos al mismo nivel que una droga o un medicamento, el chocolate es solo un pequeño inductor. El verdadero afrodisíaco se encuentra pues en nuestro cerebro. Piénsalo bien: una cena romántica con la persona que te atrae, una buena ambientación, una buena música de fondo, y de postre… un capricho sabroso con chocolate. Nuestra imaginación y este sugerente escenario, actuará como el verdadero afrodisíaco.

 

 

 

Todo aquello que aporte placer al cerebro puede hacer de activador. Y basta con pensar en algo que nos guste a todos, en algo que exquisitamente dulce, espeso y de sabor aterciopelado, para que de inmediato la imagen del chocolate aparezca en nuestra mente. No hay alimento más sugerente y universal que él.

 

 

 

SC

Por Confirmado: Oriana Campos

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.