La liquidez monetaria subió en 17,66 billones de bolívares desde que se decretó la cuarentena nacional hasta el pasado 24 de abril, el corte más reciente reportado por el Banco Central de Venezuela (BCV), cifra que representa un aumento de 26,06%. El monto total de la liquidez circulante se ubica en la histórica cifra de 85,44 billones de bolívares que, al tipo de cambio oficial, equivale a 484 millones de dólares.
En las últimas dos semanas registradas por el ente emisor la liquidez ha subido 4,65% y 4,99%, respectivamente, desde un monto de 77,76 billones, lo que significa que, en ese período, el aumento ha sido de 7,68 billones de bolívares, lo que pone en evidencia la presión creciente que el gobierno tiene para monetizar su gasto superdeficitario.
Desde este ángulo, cabe esperar que la presión alcista sobre el tipo de cambio comience a acelerarse, y eso explica por qué la administración de Maduro está haciendo hincapié en que los precios dolarizados del comercio se establezcan a la paridad de las mesas cambiarias, con el objetivo de intentar minimizar el efecto de la depreciación más acelerada del mercado paralelo.
Como la economía no funciona con el dólar BCV como referencia, es altamente probable que los esfuerzos que realiza la Sundde por forzar a comerciantes a ajustar los precios a esa tasa resulten infructuosos.
El gobierno ha venido haciendo un esfuerzo disciplinado por mantener la liquidez bajo cierto control, lo que ha logrado desacelerar el aumento de la inflación, sin poder salir de la condición hiperinflacionaria y el comportamiento de este indicador en las últimas semanas parece evidenciar la tensión entre mantener esta política y cubrir crecientes necesidades de recursos para pagar subsidios y las nóminas de las empresas inscritas en el sistema Patria.
Datos provenientes de fuentes empresariales sostienen, de hecho, que las empresas que forman parte de este mecanismo de apoyo han recibo los recursos con retrasos y alrededor de 35% del total ha debido sufragar su nómina en 100%.
En la última semana, la evolución del tipo de cambio ha ido a la baja y el BCV pidió a la banca que pusiera un mayor volumen de sus posiciones en divisas a la venta; sin embargo, parece que la capacidad del emisor de incidir en el movimiento de mercado de la divisa estadounidense se ha hecho más limitada.
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