Padres de los 23 niños afectados en el Hospital J.M de Los Ríos, por falta de líneas pediátricas para diálisis, aseguran que el tratamiento de sus hijos tiene los días contados. Belén Arteaga, jefa del Servicio de Nefrología, reitera que la escasez de los insumos es una situación que compromete la salud de los pacientes; en especial a nueve de ellos, quienes no toleran los accesos vasculares para adultos.
Eliana Fuente, madre de uno de los niños afectados, asegura que no han recibido respuesta del Ministerio del Salud ni de ninguna otra instancia sanitaria. Mucho menos de la dirección del centro.
Ángela Espinaza, oriunda de Barcelona estado Anzoátegui, teme que la escasez de líneas pediátricas ponga en riesgo la vida de su pequeño, quien inició terapia de diálisis en enero.
«El mayor peligro es que mi hijo no pueda dializarse. Lo que estamos viviendo es un trago muy amargo. Necesitamos una respuesta urgente».
Paulina Zúñiga relató que las Farmacia de Alto Costo del J.M. de Los Ríos, dejó de entregarles a las familias el kit con carnitinina y otros fármacos para evitar que los pacientes se compliquen.
«Las ampollas de carnitinina cuestan 365 bolívares y sólo alcanzan para dos semanas». Ante ese panorama, asegura que debe lidiar con el tema de la escasez para adquirir las ampollas y evitar que su hijo se complique, debido a sus complicaciones renales.
«Todos estamos preocupados porque se trata de la vida de 23 niños. Sus riñones no funcionan y el tratamiento de diálisis que los mantiene con vida está en riesgo», dice.
Mary Flor Suárez, es de Barquisimeto estado Lara, pero su hija tiene una semana recluida en hospital de niños, esperando por una biopsia. «Hoy fue que llegó la aguja que se necesitaba para hacerse el examen», dice.
Aunque la pequeña fue trasplantada de riñón hace un año, dijo que la niña corre el riesgo de rechazar el órgano por la escasez de medicamentos como valixas, un comprimido que mantiene la compatibilidad.
María Cabrera, jefa del Servicio de Laboratorio del J.M. de Los Ríos, señaló que presentan un déficit de 24 bioanalistas y reactivos de laboratorio, lo que ha puesto en riesgo la atención de los pacientes.
Dijo que aún cuando han reportado la situación al Misterio de Salud, no han recibido respuesta.
«No tenemos reactivos para practicar estudios de química sanguínea».
Algunos de los pequeños son atendidos los días martes y jueves mientras el resto del grupo recibe tratamiento los lunes, miércoles y viernes.
Fuente: EU