La Guardia Revolucionaria quiere sentenciar a Ghoncheh Ghavami por atentar contra la seguridad del régimen de Hasan Rohani. La mujer podría permanecer detenida durante seis años
La situación de Ghoncheh Ghavami es desesperante. Además de purgar una condena de un año por haber asistido a un partido de voley masculino en Teheran, la mujer de origen iraní podría ser condenada a seis años de prisión acusada de «espionaje».
Ahora, la Guardia Revolucionaria acusa a Ghavami de haber atentado contra la seguridad nacional del régimen que comanda Hasan Rohani, líder político del régimen iraní, según información dada por el diario británico The Times.
De ser hallada culpable de espionaje, la mujer -cuya vida se desarrolla en el oeste de Londres- podría enfrentar una condena mucho más dura que la actual. El régimen de Rohani la pondría tras las rejas al menos seis años más.
Su hermano, Iman, teme lo peor luego de que se conociera esta nueva embestida contra Ghavami. «Estamos muy asustados. La Guardia Revolucionaria no saben cómo terminar el tema. Quedaron muy defraudados por la sentencia de un año y quieren hacer de este caso un ejemplo».
Pero la pesadilla de Ghavami y su familia no termina allí. Sus padres denunciaron que el brutal régimen ultraislámico no les permite tener contacto con su hija, quien ahora fue transferida a otra penitenciaría. Sólo pueden comunicarse con ella mediante llamadas telefónicas y nada más. El miércoles fueron a visitarla, pero les fue prohibido reunirse con ella.
«Es devastador estar tan cerca de ella y no poder verla», dijo Soosan Moshtaghian, la madre de la joven, en un comunicado. «Está enseñando inglés a las otras mujeres en su habitación», agregó. Ésa es la poca información que tienen sobre su hija, quien ahora deberá conocer nuevas caras en su desconocido destino.
Un reporte de Amnesty International señala que Ghavami está confinada en una celda sin compañía y que su destino es incierto.
Fuente: Agencia
