La mitad de ellos correspondería a extremistas islámicos. La policía no tiene capacidad para vigilancia de forma permanente. Cinco de los siete terroristas que murieron fueron identificados. Un belga residente en Siria sería el autor intelectual de los ataques.
Desde la noche del viernes que las fuerzas de seguridad de Francia siguen el rastro de los terroristas y cómplices de los atentados que dejaron al menos 132 muertos y 350 heridos en París. Las autoridades francesas aseguran que fueron tres los equipos de atacantes que actuaron en la capital y ayer, tras conocerse que los atentados fueron planeados en Bélgica y Siria, policías belgas requisaron un edificio en el barrio de Molenbeek, en Bruselas, donde detuvieron a un sospechoso.
Cinco de los siete terroristas que fueron abatidos han sido identificados. Cuatro son franceses y aún está en duda el origen del quinto, pero sus huellas coinciden con las de un sirio que ingresó a Grecia en octubre. Varios de los atacantes habían sido identificados anteriormente por las autoridades antiterroristas.
Según France Presse, los servicios de inteligencia franceses tienen fichados como sospechosos de actividades radicales a nada menos que 10 mil personas. La mitad están catalogados como extremistas islámico o que podrían tener vínculos con el yihadismo. La cifra es tan alta que es extremadamente difícil vigilarlos de manera permanente.
El sospechoso de ser el cerebro detrás de los atentados ha sido identificado como Abdelhamid Abaaoud. De origen belga y de 27 años, peleó por el Estado Islámico (EI) en Siria y se estima que reside en ese país. Hijo de inmigrantes marroquíes, se cree que Abaaoud tiene vínculos con acciones que han logrado frustrarse, como el intento de atentado contra un tren que iba camino a París y que fue impedido por tres estadounidenses en agosto.
Abdelhamid Abaaoud fue estudiante de un prestigioso colegio en Bruselas, y las autoridades sospechan que fue él quien organizó y financió una célula terrorista en Verviers, al este de Bélgica, la que fue desmantelada en enero tras el ataque a la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
Se desconoce su paradero, pero la revista de propaganda del Estado Islámico, “Dabiq”, publicó una entrevista en febrero en la que asegura que escapó de Bélgica en 2014, mismo año en que apareció en un video en Siria cargando cadáveres. El año pasado su hermano de 13 años voló a ese país para combatir.
Otro de los prófugos es Salah Abdeslam, un francés de 26 años, hermano de uno de los atacantes que se inmoló el viernes en el restaurante Comptoir Voltaire. Abdeslam arrendó el Volkswagen Polo con el que los asaltantes llegaron a El Bataclan. Uno de los hermanos de Salah, Mohamed Abdeslam, dijo en Bruselas que “somos una familia abierta” y “nunca tuvimos problemas con la justicia”. “Yo soy efectivamente uno de los hermanos, pero de ningún modo estoy conectado de cerca o de lejos con cualquier intervención de lo que pasó”, dijo.
El EI amenazó con realizar nuevos atentados contra los países que conforman la coalición internacional en Siria liderada por EE.UU, mientras que en Francia se debate prolongar el estado de emergencia por tres meses.
Fuente: LT