Según un estudio realizado recientemente por los Archives of Sexual Behavior, si tu padre fue, es, o era infiel, tú tienes todas las probabilidades de serlo también.
Sin embargo, en las mujeres la infidelidad no es para nada hereditaria. Esto tiene que ver con la formación sexual del hombre, pues se comienza a forjar en la infancia y todos los patrones y factores de la relación padre – hijo y padre – madre se combinan para fomentar en la psicología del niño la posibilidad de ser o no infiel.
Así que toma en cuenta esta información, y aunque ahora esté comprobado, no intentes excusar tus infidelidades basándote en el factor hereditario.