La infanta Cristina, que esuvo ausente en la ceremonia solemne de proclamación celebrada este jueves a las 10:30 horas de la mañana en el Congreso de los Diputados por motivos de decoro, viajó hasta Madrid en un día tan especial para su familia.
La hija menor de Don Juan Carlos y Doña Sofía no podía aparecer públicamente, pero aterrizó este miércoles en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, donde fue recogida por el secretario personal de las dos infantas, Carlos García Revenga, tal y como confirman a Vanitatis fuentes cercanas a la Casa del Rey.
Doña Cristina se trasladó posteriormente al Palacio de la Zarzuela, donde permaneció encerrada desde entonces. Vió la ceremonia de proclamación por televisión. Sola y, como confirman las mismas fuentes, “con una sensación agridulce”; sentimientos encontrados por ver a su hermano convertirse en Rey, pero tener que hacerlo desde la distancia con motivo de su imputación.
Tras la recepción en el Palacio Real, la Reina y la infanta Elena, además de las hermanas del Rey y los primos Zurita y Gómez-Acebo, acudieron hasta la Zarzuela para acompañar a la infanta Cristina, que tomó un vuelo este mismo jueves hacia Ginebra de nuevo, su lugar de exilio y residencia.
Allí la espera su marido, Iñaki Urdangarin, y sus cuatro hijos, ninguno de los cuales ha viajado con ella hasta a Madrid.
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