Presente en el organismo, pero en cantidades muy pequeñas, el manganeso forma parte de esos oligoelementos que el cuerpo necesita. Tal es la importancia del manganeso que en esta entrega hablaremos de por qué es tan esencial y dónde lo podemos encontrar.
Propiedades del manganeso
El cuerpo no contiene más que una débil cantidad de manganeso, sin embargo se trata de un elemento fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Entre sus muchas funciones, está la de favorecer la asimilación de la grasa y de los azúcares presentes en la alimentación. Esto hace que sea un aliado perfecto para recuperar las energías producidas por los alimentos.
Además de esto, interviene en la secreción de la insulina, una hormona que controla la cantidad de azúcar en sangre. También, el manganeso participa en la mejora de la elasticidad de los cartílagos y la calidad de las membranas de los capilares sanguíneos. Además, ayuda a combatir la esclerosis vascular.
Utilizado en homeopatía y en fitoterapia, el manganeso regula las alergias. En este sentido, refuerza las defensas inmunitarias y participa activamente para luchar contra las diferentes formas de los radicales libres. Este oligoelemento, además de todo esto, protege las vitaminas C, B1 y B8 de una destrucción rápida.
Finalmente, es importante saber que en los hombres en particular, este oligoelemento esencial interviene en la fabricación de espermatozoides, y asociándose al zinc, que es otro mineral, contribuye a la elaboración de hormonas sexuales. En los hombres, una carencia de manganeso es susceptible de provocar un retraso en el crecimiento de los testículos, y puede incluso provocar infertilidad.
Alimentos que contienen manganeso
El manganeso se encuentra esencialmente en las verduras. Entre otros, este oligoelemento está presente en los cereales, concretamente el germen de trigo y los copos de avena y las legumbres. Los oleaginosos como las avellanas y las nueces son excelentes fuentes de manganeso. El plátano y la piña son frutas que contienen gran cantidad de manganeso.
En cuanto a las verduras, la col y las espinacas contribuyen a aportar al organismo una buena dosis de este precioso oligoelemento. Finalmente, conviene saber que el té, consumido en infusión, contiene también una gran cantidad de manganeso.
En resumen, una alimentación variada y suficientemente rica en verduras permite cubrir las necesidades cotidianas del organismo y del cuerpo en manganeso. En ciertas situaciones, sin embargo, es necesaria una cura de manganeso, es el caso por ejemplo de los deportistas que requieren mayor cantidad para reforzar sus articulaciones, o los niños y adolescentes para calmar ciertos dolores relacionados con el crecimiento.