Son bien conocidas las propiedades de las frutas por los muchos beneficios que tienen para nuestra salud, sobre todo en cuanto a su aporte de vitaminas y minerales. Sin embargo, al ser alimentos frescos siempre se recomienda consumirlas en el momento. ¿Ocurre lo mismo con las frutas orgánicas?
Hoy queremos hablarte de la relación entre la comida orgánica y los congelados. ¿Pierden sus propiedades? ¿Es mejor renunciar a esa etiqueta? A continuación lo descubrirás.
Las frutas orgánicas
Se consideran frutas orgánicas y están identificadas como tal todas aquellas que proceden de un cultivo ecológico en el que se evitan todos los productos químicos que pueden incidir en nuestra salud. De esa manera, se vuelve a un huerto más tradicional, apostando por productos caseros que difícilmente contraen plagas, insectos y hongos.
Estas frutas duran menos que las frutas que llevan productos químicos y en ocasiones, no tienen el mejor aspecto. Esto se debe a la falta de conservantes artificiales, así como a que no tienen un proceso de selección en el que se desechan los ejemplares que no tienen una forma bonita. El aspecto no es lo más importante en el mundo orgánico.
Lo orgánico congelado
A pesar de que todos sabemos que las frutas frescas orgánicas son generalmente mejores ¿qué ocurre con las congeladas? ¿Vale la pena comprar frutas orgánicas congeladas o pierden sus propiedades?
El proceso de congelación conserva el desarrollo natural de la fruta, por eso, si se ha recogido en óptimas condiciones, incluso puede que se incrementen sus componentes positivos para la salud.
Si eres de las que dudaba porque pensabas que no hacía diferencia, debes saber que lo orgánico cobra mucho más sentido en los alimentos congelados. ¿Vas a revisar las etiquetas a partir de ahora?
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