La fiscalía egipcia ha comenzado a interrogar al presidente depuesto de Egipto, Mohamed Morsi, sobre varias alegaciones, sobre todo las circunstancias de su escape de prisión en los últimos días de régimen de Hosni Mubarak y si pudieron asistirle en él operativos de los grupos islamistas Hamás, que rige la franja de Gaza, y Hezbolá, que controla el Gobierno de Líbano. El ministerio público ha recibido denuncias contra Morsi en diversos apartados, entre ellos el de espiar a rivales políticos y líderes opositores; incitación a la violencia, y daño irreparable a la economía de Egipto.
Mientras, el líder opositor y premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei juró este domingo su cargo como vicepresidente encargado de asuntos internacionales. El nuevo primer ministro interino, Hazem el Beblaui, eligió además al exembajador egipcio en Washington Nabil Fahmi, como ministro de Exteriores. Este sirvió en el cuerpo diplomático entre 1999 y 2008, con Mubarak en el poder. Beblaui tiene el encargo de formar un Gobierno de tecnócratas, que debería quedar listo en la semana entrante, para dirigir el país durante el periodo de transición que englobará un referéndum constitucional y elecciones legislativas y presidenciales.
El Ejército detuvo a Morsi en la tarde del 3 de julio. Desde entonces sólo ha dicho que se halla en un lugar seguro y que se le trata dignamente. Varias fuentes de los Hermanos Musulmanes han dicho a EL PAIS que se encuentra incomunicado en el cuartel de la Guardia Republicana en El Cairo, donde se refugió antes del golpe militar. Junto a él están sus colaboradores más cercanos, incluido Essam el Haddad, su asesor en asuntos internacionales. Su hijo Gehad, portavoz de la hermandad, mantiene que su padre se halla en ese cuartel, aislado junto al resto del equipo de Morsi.
Fuentes judiciales dijeron este domingo que los fiscales han comenzado a investigar e interrogar a Morsi por las circunstancias de su escape de prisión. La agencia AFP fue la primera en informar de esos procedimientos judiciales. Morsi pasó dos días en la cárcel, entre el 28 y 30 de enero de 2011, encerrado por motivos políticos junto a otros líderes de la hermandad. Mubarak se apeó del poder el 11 de febrero. El 23 de junio de este año un juzgado egipcio pidió a la fiscalía que investigara las circunstancias del escape de Morsi y otros 33 líderes de la hermandad y que pidiera la ayuda de Interpol para detener a operativos de Hamás y Hezbolá implicados en él.
La fiscalía egipcia ha ordenado además la detención de diversos líderes de los Hermanos Musulmanes por supuesta incitación a la violencia en dos incidentes separados. El 30 de junio una turba asaltó la sede de la hermandad en El Cairo y desde dentro se abrió fuego. Murieron al menos ocho personas, sin que intervinieran el Ejército o la policía. El 8 de julio las fuerzas del orden cargaron contra una manifestación pro Morsi en el cuartel de la Guardia Republicana y murieron al menos 55 personas. Las fuerzas armadas mantienen que fueron provocadas y atacadas por “terroristas”.
Fuente: El País
