El nuevo sistema de restricciones contra la pandemia que el Gobierno británico quiere introducir en Inglaterra la próxima semana terminará el próximo 3 de febrero, según ha dicho el primer ministro, Boris Johnson, a fin de evitar una rebelión de diputados tories opuestos al plan en los Comunes.
Alrededor de 80 parlamentarios conservadores rechazan actualmente el polémico plan que someterá a las diferentes áreas del país a normas de tres niveles de riesgo -medio, alto y muy alto- según la incidencia del coronavirus.
Esa estrategia comenzaría a funcionar desde el próximo miércoles, cuando concluye el actual confinamiento casi total de cuatro semanas -iniciado el pasado 5 de noviembre- aunque deberá ser previamente votado en el Parlamento este martes.
A fin de paliar la indignación de sus propios diputados, muchos de los cuales cuestionan la eficacia del sistema y temen que áreas de baja incidencia del virus deban ajustarse a normas más estrictas que las aplicadas en el confinamiento, Johnson ha escrito a esos «rebeldes» dando como «fecha de caducidad» al plan el 3 de febrero.
En esa misiva, que recogen hoy los medios locales, el «premier» señala además que las reglas podrían relajarse este diciembre y que se volvería a votar al respecto en enero de 2021.
Semana Santa, una posibilidad de regreso
En otro artículo aparte divulgado hoy en el dominical Mail on Sunday, el líder conservador afirma que cree que en la próxima Semana Santa habrá «una verdadera posibilidad de regresar a algo parecido a la normalidad».
Advierte, no obstante, de que se producirían «consecuencias desastrosas» para el sistema sanitario público (NHS) si el Gobierno no introduce ese nuevo sistema de restricciones de tres niveles cuando termine el confinamiento.
El 99 % de Inglaterra deberá ajustarse a los dos niveles más severos de normas -de riesgo alto y muy alto-, con fuertes restricciones en el sector hostelero.
En las áreas con el máximo nivel -como Manchester- seguirán prohibidos los encuentros sociales en interiores y exteriores y permanecerán cerrados los bares que no sirvan comida para llevar.
En el nivel intermedio, donde figura Londres y Liverpool, están vetados los encuentros bajo techo de distintos hogares; se mantendrá el máximo de seis personas para reuniones en exteriores y se fija la hora de cierre de pubs y restaurantes -ahora clausurados salvo para entrega a domicilio- a las 23.00 GMT.
Los establecimientos solo podrán servir bebidas alcohólicas si van acompañadas de una «comida sustancial» y se permitirá la vuelta «limitada» de espectadores a estadios deportivos y espectáculos en directo, mientras que locales no esenciales como peluquerías podrán también reabrir.EFE