Este vector despegó desde la base de Mahia, en Nueva Zelanda, alcanzando la velocidad orbital y logró desplegar a todos sus pasajeros. El lanzamiento se realizó a las 01:43 UTC este 21 de enero, tras varios días de retrasos.
En esta ocasión, todo se desarrolló conforme a lo programado. Tanto su primera etapa como el motor de su segundo escalón funcionaron durante el tiempo previsto. La primera fase y el carenado se separaron perfectamente, y en apenas 9 minutos se logró el despliegue de la carga, compuesta por los satélites Lemur-2 72 y 73, y el Dove Pioneer. Además, la etapa superior, bautizada como Still Testing, transportó varios equipos de medición.
Con un precio por misión de unos 5 millones de dólares, Rocket Lab pretende apoderarse de una buena parte del mercado de lanzamientos de pequeños satélites. La empresa podría ya haber logrado el éxito durante la primera misión, pero un corte telemétrico provocó la finalización del ascenso, siguiendo los protocolos de seguridad. En esa ocasión no se transportaron satélites.
El nuevo cohete Electron mide 17 metros de altura y 1,2 metros de diámetro, y tiene un empuje al despegue de unas 15 toneladas, gracias a sus 9 motores Rutherford. Puede colocar 150 kg en órbita heliosincrónica de 500 km.
En cuanto a los satélites, el Dove Pioneer es propiedad de la empresa estadounidense Planet Labs, y estará dedicado a obtener imágenes de la Tierra. Los dos Lemur-2, por su parte, son cubesats de 4 kg que se usarán para comunicaciones AIS y meteorología. Pertenecen a la estadounidense Spire.
Todos ellos fueron colocados en una órbita elíptica de unos 390 por 530 km.
Imagen de referencia
Noticias24