Una edición después de la incorporación de Cuba, la Cumbre de las Américas excluye esta vez a Venezuela, con lo que la gran cita política de la región, que se celebrará en Lima (Perú) en abril, volverá a estar incompleta.
La canciller peruana, Cayetana Aljovín, anunció este martes que su Gobierno retiraba la invitación al presidente venezolano, Nicolás Maduro, una decisión respaldada por los 12 países del Grupo de Lima y por Estados Unidos.
Por el momento solo Cuba y Bolivia, los dos aliados más fieles de Caracas, han expresado su rechazo a la exclusión de Maduro y ningún país ha amenazado con no acudir en protesta por esa decisión.
El Grupo de Lima, que se formó tras constatar la imposibilidad de aprobar medidas sobre Venezuela en la OEA debido al bloqueo de los países caribeños, justifica su veto a la presencia de Maduro con la Declaración de Quebec del 2001.
“Cualquier alteración o ruptura inconstitucional del orden democrático en un Estado del hemisferio constituye un obstáculo insuperable para la participación del Gobierno de dicho Estado en el proceso de Cumbres de las Américas”, indica ese texto.
Para Michael Camilleri, analista de política exterior del Diálogo Interamericano, “hay una cierta contradicción entre excluir a Venezuela con base en principios democráticos y permitir que Cuba participe en la Cumbre”.
No obstante, recuerda que Venezuela firmó tanto la Declaración de Quebec como la Carta Democrática Interamericana (ambas de 2001) y Cuba no, “por lo que se puede hacer una distinción sobre esa base”.
EFE