La UEFA ha organizado para la noche del viernes una gran cena de gala previa a la disputa de la final de Champions League. No se trata del habitual encuentro entre dos directivas sino que es una cita multitudinaria donde se espera la presencia de hasta 5.000 invitados.
Así pues, el papel de Josep Maria Bartomeu y Andrea Agnelli, presidentes del Barcelona y de la Juventus pasará algo inadvertido pues se espera que lleguen representantes de todos los equipos auspiciados por la invitación de Michael Platini, presidente de la UEFA.
Lo curioso del caso no es la cena en sí sino el lugar escogido por la UEFA porque es el Aeropuerto de Berlín-Tempelhof, ya en desuso para la aviación desde 2008 pero que durante el nazismo fue uno de los centros de operaciones de Adolf Hitler. Cuando la Unión Soviética bloqueó el 20 de junio de 1948 todas las rutas terrestres y fluviales hasta Berlín Oeste, como medida de presión para que los aliados cedieran el control de la capital alemana, la única via de acceso a Berlín era la aérea.
La ciudad, de dos millones y medio de habitantes y que diariamente necesitaba 4.500 toneladas de comida, se quedó sin acceso a los víveres y desde el aeropuerto de Berlín-Tempelhof despegaban aviones que repartían los alimentos desde el aire.
El aeropuerto se fue quedando pequeño con el paso de los años y al estar situado en el medio de la ciudad era imposible ampliarlo con lo que finalmente se decidió cerrarlo hace poco más de cuatro años. Hoy, el aeropuerto de Tempelhof se ha convertido en un gran centro de convenciones capaz de albergar diferentes tipos de festivalescomo el Pepkomm, el Berlin Festival o alguno más conocido en la Ciudad Condal como es el caso del Bread and Butter.
La ciudad prevee gastar 60 millones de euros para acondicionarlo e incrementar su actividad. De momento, hoy albergará la macrocena de la UEFA.
Fuente: Sport