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 La Casa Blanca da más libertad a FBI en investigación de Kavanaugh

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 La Casa Blanca da más libertad a FBI en investigación de Kavanaugh

El presidente Donald Trump habla con la prensa en la Casa Blanca sobre el juez Brett Kavanaugh, nominado a la Corte Suprema de EE.UU. Octubre 1 de 2018.

 

 

La Casa Blanca autorizó al FBI para hablar con quien quiera en su investigación sobre el candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, siempre que se haga antes del fin de semana, según informes de prensa.

 

 

 

La aparente directiva se produce después de las críticas demócratas de que la Casa Blanca podría haber estado tratando de limitar el alcance de la investigación sobre acusaciones de agresión sexual contra Kavanaugh.

 

 

 

Christine Blasey Ford testificó la semana pasada ante el Comité Judicial del Senado que Kavanaugh la agredió en una fiesta en 1982 cuando ambos estaban en la escuela secundaria. Kavanaugh negó furiosamente los cargos al comité.

 

 

 

Otras dos mujeres han hecho acusaciones similares de abuso sexual contra Kavanaugh.

 

 

 

El New York Times dijo que el FBI ya entrevistó a cuatro testigos que los republicanos de la Casa Blanca y del Senado aprobaron para ser interrogados: los amigos de Kavanaugh Mark Judge y P.J. Smith; el amigo de Ford, Leland Keyser; y Deborah Ramirez, una de las otras mujeres que también acusó a Kavanaugh de conducta sexual inapropiada.

 

 

 

Urge entrevistas

 

 

Aunque Trump parece estar abierto a lo que llama una «investigación muy completa» del FBI, dijo el lunes en una conferencia de prensa de la Casa Blanca que «el FBI debe entrevistar a quien quiera dentro de lo razonable, pero hay que decirlo dentro de lo razonable».

 

 

 

Trump dijo que «no me molestaría para nada» si el FBI interrogaba a las tres mujeres que acusaron a Kavanaugh de conducta sexual inapropiada y también dijo que estaría «bien» si Kavanaugh es interrogado.

 

 

 

Pero el presidente señaló que el FBI necesita recibir instrucciones de los republicanos del Senado, cuya mayoría de 51 votos determinará si Kavanaugh es elevado a la Corte Suprema.

 

 

 

El lunes por la noche, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo que el Senado votará sobre Kavanaugh esta semana.

 

 

 

«El momento de la interminable demora y la obstrucción ha llegado a su fin», declaró McConnell. Pero hasta el lunes, Kavanaugh carecía de la mayoría simple que necesita para la confirmación.

 

 

 

Fue el senador republicano Jeff Flake de Arizona quien sorprendió al país el viernes pasado al insistir en una demora de una semana en una votación de confirmación del Senado para que el FBI pudiera realizar otra investigación de Kavanaugh.

 

 

 

 

Flake dijo que habría votado en contra de la confirmación si los líderes del Senado rechazaban la demora.

 

 

 

En declaraciones el lunes en Boston, dijo que se asegurará de que el FBI realice una «investigación real» sobre Kavanaugh.

 

 

 

«El Tribunal Supremo es uno de los últimos bastiones de la confianza. El Senado también está teniendo problemas», dijo Flake. «Ciertamente queremos que el FBI haga una investigación real, y estamos trabajando para asegurarnos de que eso suceda. No nos sirve de nada tener una investigación que simplemente nos ayude más a cubrirnos».

 

 

 

Flake ha dicho que solo votará sí si la última investigación del FBI no descubre nada más. Sus colegas republicanas, Susan Collins y Lisa Mukowski, estaban indecisas.

 

 

 

Testimonio del Senado

 

 

 

Ford testificó el viernes pasado que está «100 por ciento» segura de que fue Kavanaugh quien la inmovilizó en una cama e intentó arrancarle la ropa en una fiesta de 1982, tapándole la boca con las manos para detener sus gritos. Ella dice que el amigo de Kavanaugh, Mark Judge, fue testigo del ataque y que los dos se rieron de ella

 

 

Kavanaugh negó airada y emocionalmente las acusaciones, afirmando que nunca agredió sexualmente a nadie en ningún momento de su vida.

 

 

 

Otra mujer, Julie Swetnick, ha alegado que Kavanaugh estuvo en fiestas de la escuela secundaria en las que afirma haber sido violada en grupo.

 

 

 

Una tercera mujer, Deborah Ramirez, acusó en un informe de la revista New Yorker que Kavanaugh se expuso en una fiesta de estudiantes borrachos en la Universidad de Yale, y le empujó el pene en la cara, obligándola a tocarlo mientras lo alejaba.

 

 

 

Kavanaugh admitió ser un gran bebedor como estudiante y dijo que todavía le gusta la cerveza. Pero niega cualquier comportamiento así y dijo que nunca perdió el conocimiento debido al alcohol.

 

 

 

Trump ha mantenido su apoyo a Kavanaugh, diciendo que «con suerte al final, todo estará bien».

 

 

Voz de América

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