Entre dos árboles de la Calle 57 en Bucaramanga, capital del departamento colombiano de Santander, Jazmín Marín hace su agosto con la venta de camisetas de colores y gorras con la imagen sonriente del ingeniero Rodolfo Hernández, el candidato que ha sorprendido en la recta final de la campaña presidencial.
Marín está emocionada porque no tiene ni tiempo para sentarse debido a la gran cantidad de personas que llegan para comprar las prendas que los identifican como «rodolfistas», un movimiento de ciudadano que nació tan solo hace unos meses para apoyar a este candidato independiente, de 77 años y de corte populista.
Fuente: 2001