A sala llena y con una obra que toca el tejido social venezolano, la Sala Experimental La Caja de Fósforos celebró su primer aniversario en la Concha Acústica de Bello Monte, espacio que ha servido de escenario para que los profesionales de las tablas muestren sus destrezas con temas capaces de cautivar a los amantes del teatro.
Semáforo, de Ricardo Nortier, fue la pieza encargada de conmemorar los primeros 12 meses de vida de este espacio cultural – – creado por la Alcaldía de Baruta en unión con el grupo Contrajuego — y cuyo mensaje le permitió al público reflexionar sobre la situación actual que vive el país, a través de una puesta en escena compuesta por artistas que, ante la carencia de teatros, se ven obligados a tomar las calles para exhibir su talento.
Desde su nacimiento, La Caja de Fósforos le ha concedido a los interesados la posibilidad de disfrutar de obras con una gran carga histriónica. Macbeth, de Willian Shakespeare, marcó el inicio de una trinchera que busca envolver a la ciudad con propuestas que rescaten los clásicos y le den cabida a nuevas ideas.
Saverio el cruel, El Piquete, Agreste y El Señor Odio son otros de los títulos que han dejado sus huellas en la Sala, seguidos por La celebración, Mi amigo Frankestein, Niños lindos, Hay que matarlos a todos y recientemente Eva Perón; todas ellas contaron con el poder de hechizar a los espectadores gracias a las buenas interpretaciones y adecuadas adaptaciones de sus guiones.
Para Nortier “enseñar trabajos como Semáforo en un espacio no convencional es un verdadero privilegio”. Precisó que su creación es la tercera de una trilogía llamada “Revelaciones por Minuto”, las cuales muestran las diferentes realidades que atraviesa el país.
Esta nueva propuesta estará disponible todos los viernes y sábados a partir de las 8.00 de la noche, mientras que el domingo la cita es a la 6.00 de la tarde.
NOTA DE PRENSA
