Muchas novias ha tenido George Clooney a través de estos años. Pero conoció a Amal Alamuddin en una cena benéfica en Italia hace justo un año
Muchas novias ha tenido George Clooney a través de estos años. Modelos, presentadoras, actrices, culturistas y un sinfín de víctimas que quedaban fuera de escena tras el año y medio de rigor. Pero conoció a Amal Alamuddin en una cena benéfica en Italia hace justo un año.
Amal, abogada por la universidad de Oxford, se ha ocupado de la defensa del controvertido Julien Assange de Wikileaks, entre otros casos importantes. Como buena libanesa, habla árabe, francés e inglés, se cuida muchísimo y adora la ropa de marca. Su familia es de religión drusa, una minoría que se reparte entre Líbano, Israel, Jordania y Siria.
Clooney persiguió a su exótica presa y le pidió matrimonio en abril. Amal tiene 36 años y el «zorro plateado» de Hollywood, 53. No sabemos hasta que punto habrán influido en estas prisas la boda de su ex, Elisabetta Canalis, hace una semana escasa; la maternidad de su penúltima conquista, Stacy Keibler, hace un mes.
La boda tendrá lugar en Venecia el fin de semana del 27 y 28 de Septiembre. Será una gran fiesta de varios días cuyos detalles se han guardado en secreto, aunque se sabe que acudirán poco más de cien personas, los más íntimos. Días más tarde, darán otra cena en Londres.
El guardarropa de Amal incluye una colección de vestidos femeninos de marca, corte elegante y colores discretos que utiliza para trabajar. Las barristers londinenses suelen llevar el largo de falda más amplio que Amal en los tribunales. Ha hecho famosos vestidos monocolor como el rojo de la fotografía, o como el famoso babydoll rosa con lazos de Paul Ka, que se vendió como churros. Elige bolsos amplios, a menudo de Alice & Olivia, donde quepa la documentación y el iPad. Coronan sus looks las gafas anchas de Prada.
Cuando no está trabajando, Amal cambia de estilo radicalmente. Se convierte en una «Mod» con vaqueros pitillo destrozados, la última moda entre los adolescentes anglosajones. Los acompaña de zapatos masculinos tipo brogue en azul degradé de Prada, enormes cárdigans en cashmere de Vince, gafas aviator de Ray Ban y bolsón negro de MiuMiu.
De vacaciones, cuando se relaja de verdad, es cuando más extraña resulta: combina pantalones de Missoni con chaquetas vaqueras tipo retro, shorts de florecitas Liberty con blazers negros o vestidos larguísimos y anchos que no siempre le favorecen. Un cocktail rabioso de estilos que se unen en una misma mujer.
Fuente: ABC