El calvario del charcutero comienza cada vez que los distribuidores llevan los embutidos a su negocio. Cada dos semanas les llega el jamón, en todas sus presentaciones, pero con un aumento de 20 bolívares por kilo por lo que ellos también se ven obligados a subirle al precio a pesar de las constantes quejas de los clientes.
En un año el aumento del jamón de pierna, el más costoso entre los más buscados, ha sido de un 218, 58 por ciento. En el 2013 el kilo costaba 183 bolívares, mientras que para la fecha se consigue en los supermercados hasta en 406 bolívares de una marca clase A.
“Cuando el distribuidor viene yo comienzo a temblar porque eso significa un aumento seguro y baja mi margen de ganancia”, relata José Manzanares, charcutero, quien además señala que el incremento en el precio de embutidos ha mermado las ventas, a pesar de que se aproximan las festividades de diciembre cuando el consumo de embutido es mayor.
En la charcutería de Manzanares ubicada en un reconocido mercado municipal, está fijada una cartulina de color fluorescente con los precios actualizados escritos con un marcador. “Trabajamos con precios justos” está remarcado en la parte inferior del cartel en el que toda la clientela fija la vista antes de pedir el jamón.
Un kilo de una buena marca de jamón alcanza los 400 bolívares. Mientras que una de las marcas regulares, las que más se consiguen, tiene un precio promedio de 300 bolívares. El jamón de espalda, más económico, cuesta para conseguirse porque es la opción que más busca el cliente porque oscila entre los 250 bolívares.
Otra de las presentaciones que ha aumentado es el jamón ahumado, especial para el tradicional pan de jamón. Entre 240 y 270 bolívares se puede conseguir el kilo a tres meses para diciembre. Pero la inconsistencia en los precios del mercado tiene preocupados a los charcuteros quienes estiman que a medida de que se acerque la festividad el kilo sobrepase los 300 bolívares.