En un discurso cargado de tensión y simbolismo, el líder supremo de Irán, ayatolá Alí Khamenei, lanzó una advertencia sin precedentes a Estados Unidos tras los recientes ataques a instalaciones nucleares iraníes: “Los estadounidenses deberían esperar daños y golpes como nunca antes”.
La declaración, transmitida por la televisión estatal, se produjo horas después de que el presidente Donald Trump confirmara el bombardeo de los complejos de Fordow, Natanz e Isfahán, marcando la entrada oficial de EE.UU. en el conflicto armado en Medio Oriente.
Khamenei acusó a Washington de cruzar una línea roja y aseguró que Irán no aceptará ni una guerra ni una paz impuesta. “La nación iraní no se rinde ante amenazas. Nuestra respuesta será estratégica, firme y devastadora si es necesario”, afirmó ante altos mandos de la Guardia Revolucionaria.
La advertencia fue acompañada por una movilización visible de fuerzas militares iraníes y amenazas explícitas a bases estadounidenses en la región. Analistas internacionales temen que esta retórica se traduzca en acciones concretas en las próximas horas, mientras la comunidad internacional clama por una desescalada urgente.
