KFC realizó una alianza con la empresa china Baidu, gracias a la cual implementaron el primer restaurant inteligente del país, el cual tiene un funcionamiento basado en los datos biométricos de sus usuarios.
En el local, cada persona debe pararse frente a una pantalla, en donde una cámara recomendará qué plato de comida deben consumir. Hasta ahí, todo bien, sin embargo el problema comienza cuando, según el mismo comunicado de prensa que envió Baidu, el cual es citado por Mashable el día de hoy, la máquina sugerirá «una hamburguesa de pollo frito, alas de pollo y una gaseosa» a un joven en sus 20 años, mientras que a una mujer de 50, el aparato dirá «granos de avena con leche de soya para el desayuno».
Además, las máquinas serán capaces de almacenar los rostros de sus clientes, con el fin de recomendarles cosas afines a sus gustos. Esto, por supuesto, despierta la incomodidad de varias personas, dado que estos datos biométricos serán almacenados sin un receptor o destino conocido.
FayerWayer