Mientras escucha cómo la prensa debate el futuro de Casillas, mientras Íker responde que piensa quedarse aunque se fiche un portero, Keylor observa que nadie habla de él. El mejor guardameta del Mundial de Brasil siente una falta de respeto. Los medios de comunicación no mencionan al costarricense y su papel de presente y futuro en el Real Madrid, obsesionados con Casillas, su mito y el morbo que genera si se queda o se marcha tras dieciséis temporadas. Parece que Navas no existiera. Y está muy bien valorado en el club: «Es un porterazo y solo necesita jugar. Por eso le fichamos». Hoy juega en un once inédito, con Jesé, Chicharito y Cristiano como tridente.
El informe interno del guardameta es rotundo: «Keylor explotará en el Real Madrid en cuanto tenga una continuidad de partidos. Pero esa decisión depende del entrenador. Solo puede jugar un portero, el técnico elige quien es el titular y la rotación no es fácil en ese puesto. No es lo mismo que un jugador de campo». Ancelotti eligió a Íker como primer cancerbero en el estreno de la temporada. «¡Está muy bien!», decía Vecchi (preparador de porteros) ante ABC tras ganar la final de la Supercopa de Europa el 12 de agosto. Hoy, el italiano realiza una de esas rotaciones en reconocimiento al trabajo excelente del centroamericano. El Madrid busca su sexto triunfo consecutivo. Necesita diez victorias, como prometió, y que el Barcelona falle un día.
«Navas se merece recibir partidos porque sus entrenamientos son óptimos y su espíritu de trabajo es un ejemplo», manifiesta el máximo responsable del equipo. Será su décimo partido en el Real Madrid. Hasta ahora ha jugado cuatro jornadas de Liga, tres de Copa y dos de Champions.
El dilema para «el trece», el creyente en Dios, el hombre que rechaza las supercherías del número que lleva a su espalda, es que tiene 28 años, está curtido y exige ese respeto externo porque no es una joven promesa que pueda que esperar. Su lucha diaria es por ser titular inmediatamente.
Cuando comenzó los entrenamientos con el club, el 5 de agosto, solo necesitaba adaptarse a la presión de lo que significa militar en esta entidad. Lo asimiló con rapidez. Es titular en la selección de Costa Rica, ha sido elegido el número uno en un Mundial y sabe digerir la parafernalia mediática, la misma que ahora le deja en segundo plano ante cada capítulo de la telenovela del porvenir de Casillas.
La suplencia nunca le hundió. Al revés, Keylor se flagela. Piensa que si no juega es porque debe mejorar. Y trabaja muy duro. Y se cuida con esmero. Ha sido, es, el mejor consejero de Chicharito. Quien le dijo que no se resignara y contuinuara trabajando con entrega, como hacía él, porque las oportunidades llegarían. Javier Hernández le agradece enormemente ese apoyo. Es su gran amigo. Navas espera ahora una oportunidad similar.
Escrito por: Tomás González -Martín
Fuente: abc.es