Desde 1875 y, al menos, hasta 2019, jamás ha transcurrido un año sin que se corra en el Hipódromo de Churchill Downs, en Louisville, Kentucky, el Kentucky Derby, la que, con toda razón, es considerada la carrera de caballos más importante del mundo. Y no se trata de dinero, ya que el Kentucky Derby está lejos de ser la mejor premiada, se trata de prestigio, de clase, de categoría, de distinción, de abolengo. Ganar el Kentucky Derby significa para un propietario que fue quien hizo la mejor inversión, quien tuvo la mejor pupila entre los miles de Turfmen a nivel mundial, para un entrenador que su conocimiento del oficio es superlativo y merece todo el reconocimiento y para un jinete es simplemente un sueño hecho realidad.
El primer Kentucky Derby se corrió en 1.875, heredero de varios “Derbys” corridos con anterioridad en otras ciudades norteamericanas, pero de forma esporádica. Sólo en Kentucky, la capital mundial del purasangre de carreras era posible establecer una competencia que se mantuviera en el tiempo y con el mayor estatus posible. Aquella carrera la ganó el caballo Aristides, conducido por Oliver Lewis y entrenado por Hal McGrath. A lo largo de su historia el Kentucky Derby ha tenido capítulos inolvidables, ha atravesado guerras, depresiones económicas, conflictos sociales y crisis políticas, pero nunca ha pasado por la mente del mundo del hipismo un año sin Kentucky Derby.
Dura prueba
El dramatismo que ha acompañado el año 2020 con la brutal pandemia del Coronavirus, Covid-19 y sus terribles consecuencias puso en vilo al Kentucky Derby, los números en cuanto a contagios en Estados Unidos y las medidas de prevención sanitaria, generaron una paralización de la actividad hípica en la mayoría de los escenarios hípicos norteamericanos y de allí a una decisión de posponer el Kentucky Derby de su fecha tradicional en el mes de mayo para el 5 de septiembre. Pues bien, esa fecha ya llegó y la expectativa por el Kentucky Derby es enorme.
Triple Corona al revés
La expresión “Triple Corona” se refiere a tres carreras en tres escenarios distintos, comenzando por el Kentucky Derby. Hay dos versiones en cuanto a cuando se inició la Triple Corona, algunos historiadores afirman que en 1913 y otros escritores esgrimen que fue en 1930. Lo cierto es que el Kentucky Derby, en Kentucky, el Preakness Stakes, en Maryland y el Belmont Stakes, en Nueva York, conforman la triada más representativa del hipismo mundial. Otro aspecto que reviste la importancia del Kentucky Derby es que el ganador será el único purasangre con posibilidad de unirse al selecto grupo de triple coronados del hipismo norteamericano.
Este año no será el Kentucky Derby el primer paso de la Triple Corona. La fecha en la que se pautó la carrera de las rosas hizo posible que primero se corriera el Belmont Stakes en el hipódromo de Belmont Park, en Nueva York, y además porque en la gran manzana no se paró en ningún momento la actividad hípica en medio de la pandemia. De allí que el caballo Tiz The Law, ganador del Belmont Stakes, llega al “Derby” con la intención de seguir su ruta hacia la inmortalidad.
Lista corta
Sólo 13 purasangres en casi cien años de historia han podido triple coronarse. El primero fue Sir Barton en 1919. Le siguió Gallant Fox en 1930, Omaha lo hizo en 1935, en 1937 fue War Admiral, Whirlaway se triple coronó en 1941, dos años después lo logró Count Fleet, en 1946 alcanzó la gloria Assault, Citation lo hizo en 1948, pasaron 25 años de sequía hasta que irrumpió en la escena el inolvidable Secretariat en 1973, aquí hay que hacer un paréntesis para mencionar a Cañonero que en 1971 ganó el Kentucky Derby y el Preakness Stakes, con el tricolor nacional en la espalda. En 1977 se triple coronó Seattle Slew, al año siguiente Affirmed hizo el Back To Back, 37 años más tarde apareció American Pharoah para lograr la gloria en 2015 y en 2018 el impactante Justify se convirtió en el último triple coronado de esta maravillosa historia hípica.
Tradiciones truncadas
Lamentablemente el de este año será un Derby atípico, no sólo por la fecha de su disputa sino porque el mítico escenario de Churchill Downs no podrá recibir a las más de 100 mil personas que plenan sus tribunas y sus jardines cada “Derby Day” así que serán muchas las tradiciones que no se verán como la de los famosos y estrambóticos sombreros que adornan por miles las caballeras de las damas que en mucho casos elaboran con su propia mano desde meses antes, para estrenarlos en la gala más importante del hipismo de este planeta y de cualquiera en el que haya vida, caballos y carreras de caballos.
Fuente: Meridiano
Por: Maria Laura Espinoza
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