Keanu Reeves es uno de los actores más aclamados de Hollywood. A pesar de que en sus comienzos era considerado uno más de los artistas masculinos que aparecían las incontables películas de acción, su rol en algunos filmes que terminaron convirtiéndose “de culto” lo hicieron destacarse del montón. Pero no fue únicamente su talento lo que lo distinguió sino también su peculiar estilo de vida y excéntricas costumbres. Una de ellas fue la donación de un gran porcentaje de su sueldo en la primera película de la saga de Matrix a un grupo de beneficencia.
Cuando se habla del “excentricismo” de Reeves la mente puede ir rápidamente hacia la posesión de autos de alta gama, mansiones esparcidas por todo el mundo o algún hobby caro y extravagante, como sería el caso de muchas otras celebridades. No hay nada más alejado de la realidad. La particularidad de Keanu siempre fue su simplicidad y generosidad.
En varias oportunidades, los paparazzis lo encontraron sentado en el piso en plena charla con personas que viven en situación calle, recostado en bancos de plaza y hasta se convirtió en noticia por donar una importante parte del sueldo obtenido en la segunda entrega de Matrix al equipo de efectos especiales y vestuario.
La lista de sus singularidades es larga. No obstante, hay un hecho que se destaca y logra reflejar el motivo por el que Keanu Reeves es tan querido por la gente. Luego de participar en una decena de películas, le llegó la oportunidad de ser parte de Matrix, una saga que refleja una realidad distópica en donde las máquinas dominan a los hombres y los obligan a vivir en una especie de realidad virtual. Dirigida por las hermanas Wachowski, es una de las piezas más relevantes del universo de la ciencia ficción y se convirtió en referente del género.
En cuanto a él, su rol como Neo- personaje principal- lo catapultó a la fama internacional. Según informó el medio LadBible, gracias a la primera película ganó 10 millones de dólares a los que, tras el éxito alcanzado, se le sumaron US$35.000.000 extra. Reeves tomó 70% de ese dinero y lo donó a organizaciones que estudian el tratamiento contra la leucemia.
La inspiración detrás del gran gesto de caridad es su hermana menor, Kim Reeves, que fue diagnosticada con este tipo de cáncer en 1991. Sin embargo, esa no fue la primera vez que el artista estadounidense demostró el amor incondicional que siente por ella. Previamente, vendió su propia casa para poder cuidarla y llegó a posponer su participación en la saga que le dio la fama para acompañarla en los tratamientos.
Keanu no solo brinda donaciones a múltiples organizaciones sino que fundó la suya 22 años atrás. A pesar de que la institución continúa en vigencia, él nunca permitió que se supiera mucho al respecto: “Ayudo a niños y a la investigación contra el cáncer. No me gusta que mi nombre esté vinculado a esta fundación, yo solo dejo que haga lo que hace”, manifestó años atrás.
Fuente: Globovision