Los recién estrenados padres celebraron como simples mortales…
La enorme felicidad de traer un hijo al mundo, aunque ese hijo fuera el tercero en la línea de sucesión al trono británico, no evitó que Kate Middleton y el Príncipe William quedaran exhaustos y hambrientos tras las once horas de parto que tuvo que enfrentar la pareja.
Así, con el fin de aliviar su apetito y celebrar el feliz acontecimiento, la pareja real decidió pedir un par de pizzas que sus guardaespaldas acercaron a la entrada trasera del hospital St. Mary hacia las 20.45 horas (hora Londres), apenas diez minutos antes de que se diera el comunicado oficial que confirmaba el nacimiento del pequeño.
Tras la cena, los duques de Cambridge y su recién nacido permanecieron en el ala Lindo del hospital St. Mary, lugar donde se alojará Kate hasta su completa recuperación. Aun cuando se conoce que tanto la madre como el bebé, que pesó 3 kilos y 900 gramos al nacer, se encuentran en perfecto estado.
Y mientras en el interior del centro hospitalario los recién estrenados padres disfrutaban de sus primeras horas al lado del niño –cuyo nacimiento tuvo lugar a las 16.24 horas– las calles londinenses se llenaban de improvisadas celebraciones que seguían de cerca las reacciones que provocaba la llegada al mundo del futuro heredero. Como la del propio príncipe William, quien a través de un brevísimo comunicado expresó su alegría: “No podríamos estar más felices”./YG
Fuente:Eonline.com