La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha asegurado que no ha hablado con el presidente, Joe Biden, sobre la posibilidad de presentarse a la reelección en 2024.
«No voy a hablar de nuestras conversaciones, pero diré esto sin ambigüedad alguna: No hablamos ni hemos hablado de reelección, porque no hemos cumplido nuestro primer año y estamos en medio de una pandemia», dijo Harris en una entrevista publicada hoy por el diario The Wall Street Journal.
Sus declaraciones se producen tan solo tres días después de que la portavoz presidencial, Jen Psaki, asegurara que Joe Biden, de 79 años, tiene «toda la intención» de buscar la reelección en los comicios de 2024, y en medio de informaciones que apuntan a la existencia de un debate interno en las filas demócratas sobre la idoneidad de que Biden sea el candidato para las próximas elecciones presidenciales.
Preguntada sobre si asumía que Biden concurrirá nuevamente, Harris insistió en que era una cuestión sobre la que no pensaba y sobre la que no había hablado con Biden.
Por otra parte, Harris, que participó sin éxito en la carrera electoral de las primarias del Partido Demócrata para ser la candidata a la presidencia antes de ser nominada la primera vicepresidenta mujer del país, insistió en las prioridades de su gobierno.
«Estamos reconstruyendo nuestra economía y restableciendo el papel de Estados Unidos entre nuestros aliados y socios en todo el mundo», dijo.
En las últimas semanas han crecido los rumores sobre discusiones dentro del Partido Demócrata sobre las posibilidad de que Biden se presente en 2024 debido a la caída de su popularidad y sus 79 años, que le convierten en el mandatario de mayor edad en el historia de EEUU.
Según el rotativo neoyorquino, algunos demócratas han cuestionado en privado si Biden debería encabezar la siguiente campaña a la Casa Blanca.
La opción lógica para suceder a Biden sería Kamala Harris, ya que muchos vicepresidentes han sido candidatos presidenciales en la historia de EEUU, pero contra esto juega el hecho de que Harris, primera mujer que llega a la Vicepresidencia, ha visto menguado su perfil público y sufre también una caída en picado de su popularidad.