Elon Musk fue declarado no culpable de fraude el viernes por un jurado de California en el marco de un juicio por los tuits que publicó en 2018 afirmando que iba a sacar a su empresa Tesla del mercado de valores.
Esos tuits lanzaron el precio de las acciones de la firma a una montaña rusa, y Musk fue demandado por los accionistas que dijeron que actuó de manera imprudente en un esfuerzo por exprimir a los inversores que habían apostado en contra de Tesla.
Los miembros del jurado alcanzaron rápidamente el veredicto el viernes tras un juicio de tres semanas desencadenado por esa demanda.
Deliberaron durante apenas dos horas antes de volver a la sala del tribunal de San Francisco para decir que estaban unánimemente de acuerdo en que ni Musk ni el consejo de Tesla perpetraron un fraude con los tuits y las secuelas.
«¡Gracias a Dios, la sabiduría de la gente ha prevalecido!» tuiteó Musk, quien había intentado pero no había logrado que el juicio se trasladara a Texas porque los jurados en California estarían predispuestos en su contra.
«Estoy profundamente agradecido por que el jurado me hallara inocente en forma unánime en el caso de la toma privada del Tesla 420».
El abogado Nicholas Porritt, que representa a Glen Littleton y a otros inversores en Tesla, había dicho en los alegatos finales que «en última instancia, se trata de si las reglas que se aplican a todos los demás también deberían aplicarse a Elon Musk».
«Elon Musk publicó tuits que eran falsos con indiferencia temeraria en cuanto a su verdad», agregó.
Porritt señaló el testimonio de expertos que estimaron que la afirmación de Musk sobre la financiación, que resultó no ser cierta, costó a los inversores miles de millones de dólares en total y que Musk y el consejo de Tesla deberían ser obligados a pagar daños y perjuicios.
Pero el abogado de Musk, Alex Spiro, rebatió con éxito ante el tribunal que el multimillonario pudo haber cometido un error de redacción en un tuit apresurado, pero que no se propuso engañar a nadie.
Spiro también describió al ahora es dueño de Twitter como alguien que tuvo una infancia problemática y que llegó a Estados Unidos como un joven pobre persiguiendo sueños.
«Irresponsable»
Musk sorprendió a los mercados el 7 de agosto de 2018 al decir en Twitter que quería sacar de la Bolsa a su empresa automotriz a un precio de 420 dólares por acción, un 23% más que el cierre del día anterior, y después al asegurar que la financiación estaba «asegurada».
Las acciones se dispararon, subiendo un 11% ese día, antes de bajar en los días siguientes.
Los inversores que apostaban por una caída del precio de la acción, conocidos como «vendedores en corto», consideraron que Musk había infringido las leyes bursátiles al presentar información falsa que había hecho subir el precio de la acción, y exigían una compensación.
El juez del caso, Edward Chen, ya había concluido que los tuits eran efectivamente engañosos y que el empresario había actuado de forma «irresponsable».
Los miembros del jurado tuvieron que decidir si los tuits inflaron fraudulentamente las acciones y, en caso afirmativo, en qué medida esto podría haber afectado a los demandantes.
También tuvieron que decidir si los miembros del consejo de Tesla podían ser considerados responsables. Al responder negativamente a las primeras preguntas, exoneraron rápidamente a Musk y a Tesla.
En el estrado al comienzo del juicio, el multimillonario había asegurado que «nunca» había tratado de engañar a los inversores.
Realmente pensaba que tenía acceso a financiación suficiente, aunque ello supusiera vender acciones de su otra empresa SpaceX, dijo, al tiempo que reconocía que no tenía compromisos firmes de socios.
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