Al principio de la película «Still Alice», la profesora de la Universidad de Columbia interpretada por Julianne Moore es la viva imagen de la salud haciendo ejercicio en el campus, hasta que se da cuenta de que está completamente perdida.
Minúsculos movimientos en su rostro pálido dejan entrever el pánico que se está apoderando de su cerebro, pero no será nada comparado con lo que le espera a Alice, o a la audiencia.
A los 50 años, la brillante y hermosa profesora será diagnosticada con la enfermedad de Alzheimer y el público tendrá un asiento en primera fila para ver su aterrorizador declive.
La actuación de Moore le ha ganado críticas muy favorables y podría darle a la actriz, de 54 años, su primer premio Oscar. La semana pasada fue nominada a los Globos de Oro como mejor actriz en un drama por «Still Alice» y otra en la categoría de comedia o musical por «Maps to the Stars», una hazaña poco común.
«Still Alice» es una película de bajo presupuesto adquirida para distribución por Sony Pictures Classics recién en septiembre, gracias al potencial de premios de Moore. Se estrenará el 16 de enero.
«Estaba muy entusiasmada por la perspectiva de hacer este papel y película porque nunca vi la enfermedad mostrada subjetivamente», dijo Moore, cuatro veces nominada al Oscar, a Reuters.
«En general, cuando uno ve esas historias, son desde el punto de vista de quien cuida al enfermo o de un familiar. Así que hacer esto desde dentro (del enfermo) fue realmente cautivante», agregó.
El público prácticamente hace el trayecto interno con ella, comprendiendo más sobre las tribulaciones de Alice que su esposo, interpretado por Alec Baldwin, o su caprichosa hija Lydia (Kristen Stewart), quien vuelve a casa para cuidar a su madre.
«ELLA ERA LA INDICADA»
Moore es conocida por investigar meticulosamente sus papeles, una tarea que dio sus frutos con su increíble interpretación de la candidata presidencial Sarah Palin, que le valió un premio Emmy.
Para «Alice», la actriz le dijo a los directores, Richard Glatzer y Wash Westmoreland, que no haría nada que no hubiera presenciado en su trabajo con pacientes con Alzheimer.
Una mujer en particular, que solía tener un gran trabajo y se enorgullecía de su intelecto, compartió su experiencia sobre la dificultad de ser redefinida por la gente luego de su diagnóstico.
«Esa idea, de darle a la gente el espacio para ser quienes son y no juzgarlos por lo que les está ocurriendo con su enfermedad, eso era algo que realmente me conmovió», dijo Moore.
Los directores, que leyeron la novela «Still Alice» de Lisa
Genova, acudieron directo a Moore, una vieja amiga.
«Sabíamos que podría dominar la difícil transición y proyectar la inteligencia y las emociones crudas del final», dijo Westmoreland. «Sabíamos que era la indicada», agregó.
Con la temporada de premios acercándose, Moore dijo que «sería muy afortunada» de estar en el pequeño grupo de actrices nominadas este año.
«Qué fantástico. Me encantaría», afirmó.
Fuente: Reuters