El juicio contra Shrien Dewani, heredero de una rica familia británica de origen indio, ha comenzado hoy en Ciudad del Cabo. Shrien está acusado de haber encargado el asesinato de su esposa, Anni Dewani, durante la luna de miel, para no tener que ocultar su condición homosexual. Los hechos se remontan a 2010, y en la actualidad los asesinos a sueldo están ya en la cárcel cumpliendo una larga condena.
Nervioso, y en medio de un bosque de reporteros sudafricanos y británicos, Dewani, de 34 años, se declaró hoy inocente de los cargos de asesinato, y afirmó que había tenido relaciones sexuales tanto con hombres como con mujeres.
El 13 de noviembre de 2010, la pareja, casada solo dos semanas antes, acababa de terminar de cenar en un restaurante sudafricano de moda junto al mar, cerca de la aldea pobre de Gugulethu. Al tomar un taxi, los Dewani fueron secuestrados. Horas después Shrien fue liberado indemne, mientras que la Policía encontraba el cuerpo de su mujer un día después con un tiro en la nuca.
La Policía sudafricana actuó con diligencia y pronto detuvo a tres sospechosos, uno de ellos el conductor del taxi. En un primer momento, los móviles del crimen parecían los habituales: robo con asesinato. El cadáver de la mujer no tenía un brazalete de oro con brillantes ni el reloj Armani.
Pero en un cambio súbito de escenario, la investigación policial, y en particular la confesión del chófer, revelaron que los tres asesinos habían sido contratados por el marido, que para entonces ya estaba de vuelta en Gran Bretaña. Los tres sudafricanos fueron juzgados y condenados a penas dilatadas de cárcel, y a cadena perpetua para quien confesó ser autor del crimen.
Fuente: ABC