Los juguetes, aunque no lo creas, brindan una enseñanza y dejan un aprendizaje en nuestros pequeños. Esos instrumentos que se encuentran a diario en las jugueterías tienen una clasificación, una importancia y un fin.
Si bien es cierto los juegos son los compañeros de la niñez y parte de la juventud, los juguetes son piezas claves para el desarrollo cognitivo y afectivo de los niños.
Viqui Durán, psicóloga clínica y Directora del Centro Psicológico Médico y Familiar (Censimed), explica que estos instrumentos de diversión y aprendizaje permiten de alguna manera desarrollar todo lo que respecta a los procesos de razonamiento lógico, memoria, atención y concentración en los niños.
En el mercado hay un amplio abanico de juegos, pero cada uno tiene su clasificación y va dirigido a una edad en específica. Estos son:
Didácticos: como los rompecabezas, ludo, ajedrez, entre otros.
Simbólicos: la cocinita, el doctor, el maestro, etc.
Bélicos: guerras, pistolas, choque de carritos, entre otros.
Durán comenta que los juegos didácticos además de permitir el desarrollo cognitivo de los niños, tienen como objetivo contribuir en el proceso de las funciones conductuales de los pequeños como por ejemplo mejorar la atención, concentración, memoria, razonamiento lógico, inclusive el razonamiento matemático.
Un juguete para cada edad
Según la experta, los juegos se deben incorporar desde el momento en que los niños están en su proceso de aprendizaje y crecimiento, por ejemplo:
Niños de 2 y 3 años de edad: hay algunos juegos donde uno puede incluir todo lo que es el reconocimiento del cuerpo humano, por ejemplo que entiendan la diferencia entre la niña y el niño y reconozcan las partes de su cuerpo.
Niños de 3 a 4 años: podemos realizar juegos de asociación, en donde el niño asocie la ropa de niña con la niña, o el niño con los juegos de niño. También se pueden incluir pequeños rompecabezas.
Niños de 4 a 5 años: se pueden empezar a incorporar juegos de memoria, donde los pequeños asocien figuras iguales. También se pueden incluir juegos de cálculo, en el que los niños aprendan a diferenciar lo más grande y lo más pequeño; lo más cercano, lo más lejano, etc.
Niños de 6 a 7 años de edad: juegos que involucren cálculos significativos como la suma, la resta. Hay juegos donde ellos pueden trabajar este proceso y a medida que sigan creciendo se pueden agregar otros como el ajedrez, el ludo y los rompecabezas que involucren una cantidad significativa de piezas.
La cantidad de juegos que los niños deben tener en su casa es variable, generalmente se recomienda tres veces a la semana como mínimo incorporar juegos didácticos y en compañía de sus padres. También puede incorporar juegos simbólicos, pero luego de haber incluido uno didáctico.
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