La jueza federal María Servini de Cubría afirmó hoy que en la investigación sobre supuesto tráfico de efedrina en Argentina «hay llamados entre teléfonos de la Casa Rosada con algunos narcos».
«Tenemos entrecruzamientos de algunos llamados entre teléfonos de la Casa Rosada con algunos narcos. Queremos saber quiénes usaron esos teléfonos», declaró la magistrada a radio Mitre de Buenos Aires, destacó DPA.
Servini de Cubría solicitó por ello al secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, que informe quiénes utilizan los números telefónicos que figuran en los expedientes.
La jueza indicó que pudo comprobar el ingreso ilegal de efedrina a la Argentina en maniobras que habría contado con «ayuda de alguien de la política». «El narcotráfico tiene que tener apoyo de adentro, de alguien importante, porque si no la policía los localizaría de inmediato», sostuvo.
En esta causa fueron procesados judicialmente el ex titular hasta 2011 de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) José Granero y a dos ex funcionarios de ese organismo, Gabriel Abboud y Julio De Orué.
Fueron acusados de ser supuestos partícipes primarios del delito de «haber introducido al país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes y alterado su destino de uso».
También procesó a los responsables farmacéuticos de tres droguerías que importaron la efedrina y luego la habrían vendido al mercado ilegal. Investiga ahora a los hermanos Zacarías, vinculados con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Máximo Rito Zacarías, empleado de la obra social de los jubilados PAMI, fue denunciado por un ex empleado de la Sedronar por interesarse en la importación de 1.000 kilos de efedrina.
Es hermano de Miguel Zacarías, que era secretario privado de Granero, y Rubén Zacarías, ex jefe de Protocolo de la Casa de Gobierno, y de Luis Zacarías, que trabaja en la secretaría privada de Cristina Fernández de Kirchner, según reveló el diario Clarín.
La jueza federal señaló que «la denuncia original se dividió en varias causas y así es difícil poder investigar». Servini de Cubría aseguró que en la Argentina «es muy difícil investigar» causas relacionadas con el narcotráfico por las «presiones que hay desde todos lados». «Nunca tuve problemas con la política, pero los abogados enloquecen; hay amenazas», reveló.
«Llevo 24 años de jueza federal, he vivido momentos difíciles, pero este es un momento muy difícil», señaló.
Fuente: EU